Ayer, antes de ir aerobic me puse a revisar los temas que me quedaban por leer e interiorizar para las oposciones. De Enfermería Fundamental y farma pasaba. Tenía cada como subrayada, ya los miraría cuando acabase de leerme todo el temario. Aunque, al paso que voy vamos a salir antes de la crisis de que yo acabe de leerlo todo. Y de repente, cuál será mi sorpresa. Ante mis ojos, el tema que tanto me gustaba en la carrera: Psiquiatría y Salud Mental. Era el karma, que en mis años mozos ya me avisaba de que iba a ser carne de bañera y antidepresivos en algún momento. Voy a coger el tema con ganas, somatizaré las cosas y veré trastornos mentales en mi ser a cada hoja que lea, a cada coma que me parezca vital para aprobar la oposición. Este tema es como el temario de mi vida. Porque yo, por ser soy muchas cosas, unas mejores y otras peores. Que me falta un verano y el que viene no es el mio y que con la edad, esto degenera a un ritmo vertiginoso también lo asumo. Pero es la vida y sus circunstancias las que me llevan a este punto. O más bien, mi manera de enfrentarme a ellas. Imagino que el beber como si fuésemos camellos en cada fiesta de prao y cada fin de semana y fiesta de guardar también habrá influido en que, a día de hoy este tocada del ala y turuleta como la gallina de nuestro tan añorado Miliki.
Poneros en mi situación: con un padre con complejo de alma libre, una abuela que cualquier día me la declaran patrimonio de la humanidad, la enfermedad a mi alrededor y soltera después de una relación inestable y tormentosa de 8 años. Si estuviese cuerda yo creo que ahí es donde habría un problema. Que, bueno, que todos me dicen que para lo que he vivido soy muy normal y yo me quedo con eso. Pero que me van a decir los que me quieren: que soy fuerte, que es comprensible que me descompense, que ya llegará mi oportunidad. Probablemente ni siquiera lo piensen. Lo digo porque básicamente yo también he dicho mentiras, cuando a alguien la dejaba su novio. Lo típico de: "el amor de tu vida esta ahí fuera" " te espera algo mejor" "vales mucho y si no lo aprecia es que es idiota" y, por dentro, mi Diosa interior decía " hija mía, que no quiera Dios que nos dejen plantadas a nuestros años" " menuda putada lo de la tu amiga" "con lo jodido que esta el mercado" Y es que así, los pares sueltos que rondan solitarios por cualquier ciudad de este mundo mundial ya no son ni de rebajas. Son como esos electrodomésticos que se venden a precio de risa porque tienen una tara. Pues algo así pasa, con los solter@s de mi edad. Que no digo yo que entre tanto trapo se encuentre algo bueno pero hay que rebuscar y mucho, que a mis años tonterías las justas. Yo, también tengo tara, estoy como una cabra, como un caballo al que no le han cepillado las crines en un mes y parece que lleva el mismo peinado que Eduard Punset, como pollo sin cabeza...pero por el resto tampoco soy tan mala. Tengo complejo de ogro pero, a todos esos solteros que me lean, que sepan que estoy tratando mis defectos de carácter. Que yo quiero mucho,que me entrego y hasta os podéis echar unas risas conmigo. Se me esta viniendo a la mente cuando la "Mi teresa"; la segunda, la que es psicóloga me dijo que porque no me metía en una página de contactos. Casi me caigo de culo. Con ese moreno de playa, esas cuñas tan chic y ese vestido azul eléctrico que llevaba yo ese día que me dijese aquello. Al instante pensé: lo mío va a ser que no tiene arreglo, que si quiero encontrar el amor antes de que los ovarios se me queden secos como dátiles tengo que espabilarme. Me preocupan mis ovarios, que se marchiten, porque de momento yo con un perro me conformo pero oye, quiero que si el amor de mi vida aparece estén frescos porque si queremos liarnos la manta a la cabeza y tener descendencia. El caso es que yo ni Meetic, ni Cristo que lo fundó.Yo o ligaba como toda la vida o nada: a interiorizar la soltería. Es que este tema es complicado. Tu alrededor lleno de bodas, bautizos y comuniones. Tus amigas embaránzdose como si esto fuese una gincana y a la primera que llegase le diesen un chequé bebé y tu en medio,con la vida y el futuro por construir. Pero bueno, ahora ya no busco al hombre de mi vida para ser como el resto, para sentirme normal. Ahora estoy en un punto en el que a parte de creer que tengo cientos de patologías, quiero conocerme,quiero quererme, quiero respetarme para no cometer los errores del pasado, para dejar de vivir mi vida como si esto fuese el Titanic, para no volver a anteponer los deseos de los demás a los míos propios y para que nunca más nadie me vuelva a tratar como si no valiese nada. Puede sonar muy típico, muy a frase hecha, a monólogo de auto compasión estudiado. Pero es que es así. Ahora ya no espero que en cada esquina este el amor de vida, ese que me saque de esta vida miserable ( que ni es miserable, ni nada. Lo que es miserable es la manera en la que veía yo antes la vida) y me haga feliz por siempre jamás. Incluso me atrevería a decir que antes iba a tomar algo y analizaba a los candidatos, pensaba quien podría ser mi nuevo novio. Incluso he llegado a pensar que me gustaba gente que no que me gustaba ni poco, ni mucho ni nada. OJO! que nadie se confunda. Yo a los caris que he tenido los que querido más que a mi vida ( y así me ha ido) pero entre periodo y periodo de soltería yo era como un piojín, saltando de cabeza en cabeza buscando un hombre al que amar. Escogía, buscaba debajo de esos holas y esas sonrisas si había algo más en ellos, me gustaban ( o eso creía yo) y luego si me enteraba de que tenían novia, o hacían algo con lo que yo no estaba muy de acuerdo era como si me diesen una pedrada, quedase amnesica y no me acordarse de que ese macho alfa me gustaba. Y es que yo era así, yo quería el amor del bueno y como todo en esta vida lo quería ya. Quería dejar de sufrir por mi ex y taparlo amando a otro, iniciando una nueva vida. Vamos, que lo que quería hacer era poner una tirita encima de una herida infectada y rezar para que se curase. Y la piel no estaba supurando por culpa de mis ex, la herida no iba bien porque la que no estaba bien, la que tenía los factores de coagulación defectuosos era yo. Porque yo quería que las cosas cicatrizasen aunque estuviesen necrosadas. El caso era tapar y no ver, no sentir, no sufrir. Si no llego a estar hoy en el punto en el que estoy y si no hubiese vivido lo que viví probablemente seguiría repitiendo el mismo patrón, los mismos errores y todo seguiría siendo un desastre
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