sábado, 12 de abril de 2014

HOY QUIERO CONFESAR

Ayer volví a hacerlo. Creí que ya me quería más y resulta que me quiero pero a medias, por días, por segundos. De repente me vi en un bar, cenando en buena compañía y me saltó el clic. Me vi gorda, hortera vestida y pensé que todos me miraban con espanto. Me metí en misma y en mis pensamientos enfermos y me desconecté de todo lo que me rodeaba. Todo empezó desde que analicé si salir hoy de noche. Qué me iba a poner sin que me quedase mal, que dirían los del bar, les daría asco, nadie se acercaría ni siquiera a pedirme tabaco y yo me volvería a casa sintiéndome una fracasada. 
   Y hay días en los que soy sombras, una enferma de sus pensamiemntos irracionales, una loca que se engaña y pretende mentir al resto. Aún sigo buscando la aceptación y el autoestima en los demás. Digo que estoy bien sola pero a ratos, a noches, me da por salir y "buscar en la basura unos labios que me digan, esta noche quédate" busco que me malquieran, a cualquier precio, sólo para sentirme más guapa y aceptarme más. Como si las palabras/mentiras del que viene por la noche fuesen a salvarme, a hacer que me quiera más. Y es que quiero cerrar este libro, quiero decir, estoy libre, estoy desintoxicada de ese amor maldito, quiero devolverle la patada que me dio en el corazón y....yo ya ni le quiero, ni quiero esa mala vida, ni me importa si le importo o si viene o si va. Pero hay días, en los que la nube gris me  posee y pienso cosas que ni siento ni me importan. Y me engaño, y sufro por cosas que hace meses no quiero.
  Y de noche en noche, de sarao en sarao me da por beber y anestesiarme. Para no sentirme fuera de lugar, para adormecer mi mente enferma. Pero hoy, que lo veo todo despejado veo que el amor propio se llama así porque no depende de nada ni nadie, porque si yo no me quiero me hago diminuta, me hago víctima y se me pone la cara de perrín abandonado. Y malgasto la noche suplicando que se me acerque algún tío o pensando que soy físicamente despreciable. Tiro la noche al contenedor y el cantar hasta desgañitarme y bailar con mis amigas por un puñado de espejismos creados por mi cabeza. Y es triste desperdiciar mi vida así, pero al menos ahora estoy lúcida a ratos. Y no necesito un amor de cuento, porque no estoy preparada, porque primero tengo que "enamorarme de mi" para poder dar amor. Y puede que no tenga un novio pero tengo kilos y kilos de amor de amig@s y de familia y eso no se paga con nada. Eso es oro, eso es ser afortunada se mire como se mire.

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