Esto es de locos. Tengo días en los que me da por improvisar y hoy me dio la venada y decidí primero hacer la ruta de playas Candás,Perlora y Xivares para luego, a los dos minutos cambiarla. Ahora me Iba a ir a la Playa del Silencio, con un librín a despejar la mente y listo. Pero claro, siempre con la perra de esa playa, con lo bonitas que son también muchas otras de la zona. ...Pues allá que fui a google y puse algo del tipo "playas bonitas Cudillero" escogí otros dos objetivos más: La concha de Artedo, la cual esta muy bien señalizada y llegué sin problemas. Luego fui a por la siguiente:Oleiros. Puse el mapas del iphone y me llevó a cualquier sitio menos a mi destino. Yo que estoy zen, respiré y aproveché para ver otra playa que pillé por allí: San Pedro de la Ribera. Otra que también tenía bandera azul. Yo no se los requisitos que deben cumplir las playas para tener esa bandera pero yo,que lo etiqueto todo en guapo o feo pues según mi criterio son playas bonitas,sin más.Yo les daría las banderas típicas que ponen los socorristas pa ver como esta el mar y carretera y manta. Después de esto me dije: baja el Google Maps que así vas sobre seguro. Cuando me dijo que había llegado a mi destino yo me vi en tierra de nadie pero me dije: las playas bonitas, vírgenes y salvajes no tienen un aparcamiento como la Playa Salinas. Hay que patear. Dejé el coche donde pude y campo a través. De esto me sale un perro, como loco (menos mal que estaba atado) y venga a ladrar como si no hubiese mañana. Y yo ahí, en la estepa profunda y pensando "esto va a ser la tierra de alguno y como me vea o saca la bara y me muele a palos o la escopeta que es aún peor"Volví por mis pasos y como había otra bifurcación más urbana pensé: ahora si, ahora voy bien y mientras caminaba vi a dos señorines que me miraban como si estuviesen viendo al espíritu de la Faraona y, me saltó el clic y dije: pregunta. Estos tenían un perro pequeño pero con muy malas pulgas. Que yo, ya hasta empecé a pensar que para ser mascota de pueblo un requisito indiapensable era la mala hostia pero bueno, ahí lo dejé.Como era de esperar ni playa, ni playo. Taba en sentido contrario. No procesé mucho, solo escuché iglesia. Es que tengo la extraña manía de hacer que entiendo las indicaciones cuando no es así y mi mente retiene palabras fáciles y cotidianas. Cuando vi la parroquia paré y pregunté a una chica que me dijo que aparcara en un área recreativa y luego ya bajase caminando a Oleiros. Esta también puso cara de asombrada. Yo ahí ya sospeché que muy de playa no iba. Pantalones de vestir negros, camiseta de Dolores Promesas, blazer con los cuellos tipo terciopelo y sin botón ( que son tan tendencia como poco útiles pero bueno, a me gustó y la comprè) botines Panama Jack y ray-ban de espejo de aviador. Ya sé lo que estaréis pensando, que estoy como una cabra y que la vida rupreste no es lo mio. En mi defensa os diré (arpías mal pensad@s) que llevaba en el maletero unos nike y una sudadera Ewan por si refrescaba. El caso es que aparco en el merendero y veo un par de familias y digo: pregunta si es por aquí, cuando voy y meto el pie en un charco de vete tu a saber que. Me reí, seguí mi camino y me adentré en la Asturias profunda. Un camino de cabras literal, con sus cagadas y sus bifurcaciones y sin ningún letrero de la playa de marras . Solo había maleza y piedras y,yo pensando "No seas lerda, que hay cobertura, actualiza tu ubicaciòn en facebook por si te pasa algo, para que rescaten tu cadáver antes de que te coma una cabra"(que comen hierbas, si, pero nunca se sabe) Sea como fuere llegué a la playa. Lo justo pa hacerle la foto y yo no se si fue la mala leche que llevaba o que pero tiré una foto por cumplir y pensé: no hay nada comparable a la playa del Silencio, por muchas que veas siempre va a ser tu playa favorita ( junto a Torimbia) y ahora estoy aquí con un buen libro y la mente en blanco. Porque es posar un pie en ella y apagar la mente y sentir paz, mucha paz. En Artedo el mar estaba agitado(como yo) pero aquí todo esta en calma, incluida esta que escribe.
Por esto quiero yo un hombre, porque ellos se orientan y yo me pierdo siempre. Pero, también es verdad que si no me hubiese faltado ese hombre, ese al que quería por encima de todo, si no me hubiesen partido el corazón yo jamás habría venido hasta esta playa, yo jamás habría empezado a cicatrizar y jamás habría vuelto muchos meses después con la simple marca, con el recuerdo melancólico de lo que pudo haber sido y no fue. 
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