¿ ESTA SOY YO ?

A veces cuesta echarle un par de narices a la vida, a veces es duro darse cuenta que esa persona que te devuelve el reflejo cada mañana en el espejo no es cómo tu pensabas. Y es que no me conozco nada, estoy empezando a hacerlo. A pequeños pasos, con mucho tacto, porque enseguida me caigo. Sé que hay cosas que no van bien y no es si es una cuestión de autoestima, de dependencia emocional o de ser hipersensible y de extremos. Quizás sea un compendio de cosas, sólo sé que algo no va bien y cuando algo falla hay que buscar el origen y tratarlo. Y bien lo sabe Dios que sacar toda la porquería que tenía almacenada dentro no me hace ninguna gracia, que la limpieza a fondo que estoy haciendo interiormente me hace sufrir por momentos. Pero no todo es malo, también he descubierto que sé dar amor, que ser valorar lo que tengo, que estoy en el camino de aprender a defender mis ideas sin voces, sin reproches, sin clavar puñales a los de enfrente. Y por fin he visto, que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. Yo también soy parte de todo lo que me pasa, porque lo que sucede en mi vida lo interpreto yo con lo que mis sentidos y mi cabeza analiza. Y a veces, puedo ver la realidad distorsionada, crear un universo paralelo donde el guión solo me cuadre a mi. Pero es mejor saberlo que ir por la vida dando tumbos, pensando que soy rebelde por mi vida de mierda, por mis circunstancias, por todo lo malo que me rodea. Ese es mi mayor problema. Que siempre me he bañado entre mis penas, que siempre he ido de víctima de las circunstancias y nunca he valorado absolutamente nada: sólo me centraba en lo que me faltaba, en lo que creía que necesitaba para ser feliz. Me cuesta hacerlo, porque soy de extremos, no tengo un equilibrio y me tambaleo constantemente pero saber que lo hago y querer cambiarlo es un paso grande. Llevo 29 años de mi vida negando la mayor, centrada en nimiedades de mi vida para no ahondar en los problemas importantes.Como dice el dicho "ojos que no ven, corazón que no siente" Yo daba la espalda a lo importante porque si me centraba en lo gordo, en el meollo de la cuestión entonces eso me llevaba a sufrir. Las verdades duelen, eso por descontado pero  es mucho mejor una verdad a tiempo que vivir en la ignorancia sufriendo permanentemente. Y no sólo sufría yo, si no que hacía daño a mi alrededor. Era como el fuego que arrasaba un bosque o el huracán que desolaba una ciudad. A veces, sigo haciéndolo, pero me suelo dar cuenta y pido perdón y digo que quiero a la gente, porque es así, porque ahora veo que no son mis enemigos, que no están en mi contra. No me echo flores, ahora no soy la mejor persona de este mundo ( ni pretenderlo serlo), sólo soy una más entre tantos, una edición limitada,como todos y cada uno de nosotros. El problema mayor que he tenido es mi lucha interna: entre lo que era y lo que pretendía ser. Y al final ese duelo de titanes me dejaba sin fuerzas y salía mi yo obsesivo, mi yo controlador, mi yo dependiente. Ahora descubro que nunca supe estar sola, aunque lo estuviese, siempre tenía un fulano de turno en la recámara al que llorar, al que intentar reconsquistar o gustarle. Era más fácil intentar agradar a los demás que hacer un examen de conciencia y ver que mi problema radica en que interiormente no me gusta lo que soy, y en el tema pareja me doy a pecho descubierto, hago méritos para que me amen, para que no se vayan. Tampoco entiendo por qué le doy tanta importancia a esa clase de amor, porque ¿ qué sería mi vida sin el amor sincero de amigos y familia? ¿ sería suficiente con el amor que me proporcionasen otros labios? estas son otros de los grandes interrogantes de mi vida pero, tendré que ir deshaciendo el lío de esta madeja personal con mucho cuidado, por si doy demasiados pasos rápidos y en falso y me da por volver a darme la espalda a mi misma