Me estoy acordando de que una vez en el colegio nos hicieron un test de inteligencia y cuando el psicólogo fue a darme los resultados me dijo: te da un coeficiente inferior al que tienes y ¿ sabes por qué ? porque estabas más concentrada en que no eras capaz de hacerlo que en ponerte a ello. Y ahora sé que tenía razón, que dejé de hacer muchas cosas porque pensaba que era inferior, que era imposible o que yo no era capaz de hacerlo en el tiempo que lo hacían demás. ¿ Y qué más da lo que tardes ? cada persona tiene sus tiempos y lo importante no es hacer las cosas a la primera, que yo no pretendo entrar en el record guinnes. Lo vital, lo imprescindible es intentarlo, con todas tus fuerzas y si te caes o tropiezas o no sale a primera o como querrías, no pasa nada. Es mucho peor abandonar. Y tengo mucho camino que recorrer, porque a día de hoy reconozco que me da pavor coger los apuntes y ponerme en serio a estudiar para una oposición. Miedo a que los nervios bloqueen lo que se y a no conseguir el resultado esperado. Pero como todo miedo, como todo muro que nos auto imponemos en esta vida, podemos tirarlo abajo y descubrir que, lo que hay detrás es maravilloso.
Este año he dado un pequeño paso. Llevaba tiempo queriendo ir a un gimnasio, apuntarme a alguna clase pero.... ¿ cómo iba a ir yo con mi cuerpo serrano por ahí ? ¿ qué dirían de mi ? ¿ o que pensarían cuándo mandaran ir hacia la izquierda y yo fuese a la derecha ? Pues no pensarían nada, porque cada uno va a lo suyo y no se fija en los demás. Pero yo me imaginaba que un gimnasio era como el plató de mujeres, hombres y viceversa y que, cuando me viesen aparecer se darían codazos y cuchichearían. Que egocentrismo y que tontería tenía yo encima. Ahora voy a clase de aerobic, cargo las pilas y solo pienso en seguir los pasos, en intentarlo y no sufro si no me sale o si no me acuerdo de un paso o si la profe cuando hacemos coreografía de espejo me pone en el grupo de las nuevas y no en el de las veteranas ( que, precisamente por eso, por tantos años que llevan allí les salen las coreografías de cine) Ahora voy y sólo pienso en divertirme y reírme ( aunque a veces a mi seño, que es de raza cruel; porque le va innato en los genes de profesora de aerobic jajajajaja, no le haga mucha gracia que nos riamos y quiera que le contemos el chiste) El otro día, mientras hacíamos los ejercicios de tonificación una compi me dijo: parece que estás bailando "Paquito el chocolatero" y yo seguí a lo mio, eso si a carcajada limpia. Por esas pequeñas cosas, por el contacto con los demás, por lo bien que me siento bailando al ritmo de la música, por eso sé que tirar ese muro es lo mejor que he hecho en mi vida. ¿ Y si he tirado este, quién me dice a mi que no pueda seguir derribando mis barreras mentales? poquito a poco, sin prisa pero sin pausa. Que le den por saco a las excusas, vamos a tirar esos muros que nos impiden avanzar. Así que, chic@s vamos a ponernos manos a la obra a la voz de ya!
Mola esta Aida superpositiva!
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