Siempre he pensado que era humilde, o que sería más feliz y todo me iría mejor con unos cuantos kg menos, un par de euros más y con otro tipo de vida. Y ahora sé que nada de eso me habría hecho feliz, por qué yo no estaba a gusto conmigo misma. Suena a tópico pero la felicidad la dan las pequeñas cosas o la manera en la que una afronta la vida, aunque le vengan mal dadas.
Solía creer que mi desgracia era por culpa de cuantos me rodeaban, que mi vida era una mierda por todas esas circunstancias pero, mi vida estaba vacía porque yo tenía un agujero en el alma y porque, me consideré siempre la víctima de un destino cruel. Si soy víctima de algo es de mi propio ego, de mis dificultades para darme cuenta de mis defectos, de mi soberbia y mi tiranía. Comportamientos que usaba para tapar lo que mi interior me gritaba: estás acomplejada. Ahora estoy descubriendo cosas de mi que ni siquiera sabía que existían. No soy humilde, pedir perdón me cuesta horrores, al día siguiente hacía como si no hubiese pasado nada y listo. Como si los demás tuviesen que aceptar mis latizagos verbales y asumir que yo era así y que no iba a cambiar. Y sé que soy soberbia también. Cuando adelgazaba, me ponía estupenda exteriormente pero, la procesión seguía yendo por dentro. Me permitía el lujo de ver a alguien con sobrepeso y pensar: están así porque quieren, porque no tienen voluntad ni la conocen. Qué fácil es juzgar a los demás, sin conocerles si quiera y cuanto nos cuenta reconocer nuestros propios defectos. Y también me he dado cuenta de que veo los defectos de otros, de cualquiera que pasa por la calle ( Gracias a Dios a mis amigos y a mi familia les veo solo las virtudes ) y a veces hasta me alegro. Pienso: esa tiene el culo más gordo, o que mal le sienta el pantalón y parece que así alimento mi ego, que me siento menos culpable por no tener un cuerpo diez. ¿ Con qué derecho critico yo a los demás ? mejor me ocupaba un poquito de mi vida y dejaba de alimentarme de las miserias ajenas para sentirme mejor. Además un cuerpo no es bonito, ni feo, un cuerpo es diferente según los ojos que lo miren. No hay guapos ni feos, listos y tontos, buenas ni malas personas....todo depende del observador y de las gafas que usa para ver a esa persona. A partir de ahora quiero pulir mis defectos, quiero dedicarme a mi vida y olvidar la de los demás. Y con esto no quiero castigarme, sólo quiero asumir mis defectos, eso que siempre he tenido y que nunca he sido capaz de admitir.
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