sábado, 15 de marzo de 2014

Esta noche hay una fiesta # cumple #cachondeo #maldito alcohol,dulce tormento # resacón #risas #sombra aquí y sombra allá

No sé la sensación que experimenta una novia las horas previas a su boda pero si es la misma que la mía cuando voy a salir de fiesta: me compadezco de ellas. Antes salía más y era más joven pero ahora ya me veo los defectos hasta en sueños. Así que desde que me levanto ese día hasta que me acuesto me dedico a chapa y pintura. Me pongo mi discos empapados en manzanilla después de haberlos metido un ratito en el congelador ( descongestionan las bolsas y ojeras ) , me echo una mascarilla exfoliante express anti imperfecciones y por último y no por ello menos importante me paso la silk-epil a conciencia por cada recoveco de este cuerpo mio ( que parece que no se acaba nunca) Ojo! que nadie se confunda. Que yo depilar me depilo a menudo pero si salgo de fiesta me ensaño más buscando los pelos. Que, ya lo dice una amiga mía, que de noche todos los gatos son pardos pero, desde que subí de adolescente a urgencias sin depilar hubo una antes y un después en mi vida ( ahora estoy siempre alerta, en guardia, por lo que me pueda deparar la vida, el destino o el karma) Luego está el tema de la vestimenta. Antes me probaba todos y cada uno de los vestidos. En una época en la que me veía maravillosa y mi diosa interior aplaudía ante el reflejo de mi ser en el espejo. Mi madre se descompensaba, para que nos vamos a engañar, porque desde la hora de la comida ya estaba desfilando camino de su habitación ( en la mía no tenía espejo- un error imperdonable que ya he subsanado) probando cada modelito en todas las posturas habidas y por haber. Con el calzado siempre lo tuve fácil. Un poco de tacón ( hasta que el cuerpo o la melopea me durase) y luego unas francesitas metidas en el bolso. Ahora, con los años ni francesitas ni leches, voy de plano o con tacón cómodo y listo, y del tema vestimenta ya ni hablamos. Ahora, directamente me pongo el vestido con el que más disimule mis imperfecciones corporales y campana y se acabó. El tema maquillaje era otro asunto que me llevaba lo mío, me pasaba dos horas antes  de salir de fiesta intentado hacer esos looks que tan sencillos me parecían cuando los hacía Issaweis. Yo,al final parecía un mapache o un oso panda más bien con tanto maquillaje mal difuminado ( solo me faltaba pintar las cejas) Ahora si me marco un poco la línea del agua con lápiz negro y me marco los labios voy que chuto ( previa base de maquillaje, correctores y demás cubre defectos. Más abandonada si pero hasta límites extremos no) . Y el pelo, lo que me llevaba a mi el pelo. Intentando rizarlo, dejarme un flequillo como en la pelu. Y al final de la noche y con fotos que secundan lo que digo como pruebas irrefutables ahí estaba yo: Con el pelo como un erizo cabreado. Ahora con el pasar de los años paso un poco la planchina por el pelo y que salgo el sol por donde sea. A veces, en un momento de enajenación mental, calurosa y etílica hasta me lo ato con una goma en los bares. Así de loca estoy a estas alturas, así de mayor me he hecho.

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