domingo, 23 de marzo de 2014
LA MÁS BONITA ERA MI AMOR #Laya #Maruji
Imperdonable lo mío! haber hecho un blog y no haber hablado aún de mi princesa. Porque aunque ya no este con nostros nada ni nadie le quitará su puesto de reina de la casa. El otro día limpiando sus fotografías se me hizo un nudo en la garganta y pensé: "Todo sería mejor si tu estuvieses aquí" La imaginé entrando por la puerta de mi habitación, como si pasase por allí por casualidad, acercándose a la cama con el único objetivo de subirse a la almohada y comerme a lametones. Y es que así son los perros, tienen un doble sentido. Yo cada vez que estaba mal ella lo sabía y me secaba las lágrimas a besos, no paraba hasta que me hacía reír o hasta que dejaba de llorar. A su lado la vida se hacía menos cuesta arriba y es que era imposible no quererla. Hasta mi ex, que nunca fue muy de perros acabó queriéndola como si fuese suya. Y es que no quererla era imposible. Había que estar cieg@ para no fijarse en esos ojazos que tenía, en su forma de peluche diminuto, en sus lacitos, en su manera de caminar como si fuese una modelo. Estoy segura de que los perros se parecen a los dueños y Laya, como yo por aquel entonces, estaba encantada de haberse conocido a si misma jajajaja: era muy graciosa sin pretenderlo. No puedo negar que me sigue doliendo, que a veces sueño que estás aún conmigo ( aunque ahora ya no sufro tanto porque sé que todo es producto de mi imaginación, de mi subconsciente que de vez en cuando me regala soñar contigo) pero me quedo con todo lo bueno que me has dado, con todos esos años que no cambiaría por nada. Ahora lo veo todo con otras gafas: la de lo bueno que me dejaste. Me acuerdo de como ibas de una cama a otra, hasta que estuviésemos todos levantados, de como jugabas con mi pelo hasta enredarlo completamente, de como guardabas la comida, de como te escondías y temblabas cada vez que veías tu toalla de baño pululando por la casa, de lo poco que te gustaba no ser el centro de atención, de lo buena y lo fuerte que eras, de como lloriqueaste el primer día que te trajimos a casa y ya no fui capaz de dejarte dormir en la cunina nunca más, de como pisabas la hierba como si fuera un campo de minas antipersonas, de como corrías al portal cuando hacía frío, del vicio que me contagiaste por el jamón york sin sal del pozo ( ya no me gusta otro) o de lo guapa que estabas en esa foto que te sacó Vanessa con el kiko quitado y los pelos a lo loco. Y es que tenemos que darte las gracias nosotros por haber formado parte de nuestras vidas. Aún me pesa no haber estado cuando te fuiste, pero es que eras así, tan buena que te largaste en silencio, sin molestar a nadie. El único consuelo que me queda es que mamá estaba contigo . Recuerdo que fui todo el camino de León a Asturias llorando, en silencio y que al llegar a casa te vi en la cuna, tapada aunque ya no estuvieses aquí y al abrazarte sentí que estabas helada y vi tus ojos sin vida pero para mi eras mi princesa y solo podía comerte a besos y preguntarte ¿ por qué no me esperaste? Ese día llovía a mares y mamá no quería enterrarte pero yo no quería o más bien no podía pasar un día más en casa contigo sin vida. Y es verdad, hacía un frío que pelaba y tu lo odiabas pero considero que por duro que fuese hicimos lo correcto. Fui todo el camino contigo en brazos, dándote los últimos besos y pensando que no sabría si sería capaz de soltarte y dejarte en aquel trozo de tierra. Estaba todo listo cuando llegamos y te fuiste a descansar con el edredón rosa que tanto te gustaba. Una vez que conseguí soltarte no quise mirar como te echaban la tierra encima, por ganas me hubiese metido contigo en aquel hoyo porque la vida sin ti se me antojaba insufrible. Pero ahora, con la perspectiva que me dan los años se que te hicimos todo lo feliz que pudimos y que no cambiaría esos momentos de dolor por los 13 años que pasamos juntas.
Aprovecho para decir a todos esos que no tienen perros que uno no sabe lo que se siente hasta que lo tiene y que no son enemigos de los niños ( les hacen desarrollar una sensibilidad increíble), son fieles, leales, los mejores compañeros que uno puede tener en la vida. Eso si, no son ningún capricho, ni un objeto para olfatear presas y cuando no sirvan campana y se acabó. El que coja un perro que lo piense y mucho y sobre todo que no los maltraten y que no los abandonen. Que la perrera esta llena de animales con vidas injustas. Creo que igual que para tener armas te hacen un test para tener un perro también deberían hacer lo mismo. El que tengo un perro que lo quiero y lo disfrute mucho. Os dejo una fotos de la princesa y un vídeo que le hice, que no tengo yo muy claro si verá. Besines pa tod@s
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