¿QUIÉN? #Moral # estándar de normalidad #nada es blanco o negro
¿Quién establece lo que es hermoso y lo que causa rechazo? ¿ quién dice que es el bien y que es el mal? ¿Qué es correcto y qué incorrecto? ¿ que límite hay que cruzar para que te etiqueten como normal o como loco? ¿ quién estipula cuántos días se debe llorar la muerte de una persona ? ¿ cuántas noches de insomnio están pautadas para olvidar el sabor amargo que deja una historia de amor con un final infeliz? ¿ quién dice que esa música, que ese libro que estás leyendo, que ese móvil que tienes en la mano es bueno o es malo?Salvo cuatros cosas básicas que están marcadas para un mínimo de civismo y convivencia el que abre la puertas o las cierras, el que interpreta con su mente y con sus ojos los que ve y lo que siente somos nosotros. Lo que para mi es bueno para alguien puede suponer algo malo, lo que para mi es bello para otro puede resultar feo, lo que para mi es paz para ti puede ser infierno y como estos ejemplos hay un largo etcétera. Nos pasamos la vida OBSESIONADOS con ser normales, con hacer lo que todo el mundo espera: tener un trabajo, dinero, un cónyuge perfecto, vivir una historia de amor apasionada a lo Diario de Noah, tener un par de críos y una casita. ¿ Qué problema hay si rompes los esquemas, si te sales del rebaño, si resulta que eres un alma libre y con un perro, un pisito de alquiler y unos buenos libros eres feliz? ¿ significa eso que estamos locos? ¿ Acaso por ello somos anormales o defectuosos? Como todo en esta vida " según como se mire todo depende" Aunque esto suene muy bonito así escrito todo caemos en esa esfera, en esa maratón por llegar lo más temprano posible a los cánones de normalidad. Y al final enloquecemos, nos estresamos, nos quedamos encerrados en esos castillos en el aire que nos montamos, hasta que todo ese vitriolo ( amargura) que genera la búsqueda de estándares, hasta que esa ansiedad se escupe como la lava de un volcán en erupción y arrasa todo a su paso. Al final todo esto nos lleva a vivir en una sociedad exigente, en una sociedad ansiolítica, en una sociedad que nos condena a darnos a la comida, a la bebida, a vomitar, a auto lesionarnos o a crear barreras imaginarias entre nosotros y los demás, para que nadie sepa lo que hay detrás de esos muros, para que nadie vea que detrás de esa fachada hay una persona de carne y hueso: con sus virtudes y defectos, con su coranzocito ( que parece que hoy en día ser sensible esta pasado de moda) , con sus sombras y sus luces, con risas y con llantos, con nubes grises y arcoiris. Al final, somos nosotros y nuestras ideas preconcebidas las que no llevan a desear vivir o morir, las que nos conducen a la felicidad o a la depresión, las que interpretan lo que vemos, lo que siente el de enfrente o la mirada de un extraño. Al final somos nosotros acusado y acusador, somos cordura y locura a partes iguales. Dejemos ya de una vez de darle vueltas a todo, de volvernos locos porque no tenemos nada de lo que marcan las leyes sociales para ser feliz, dejemos de vivir en pasado y en futuro y vivamos el momento, dejemos ya de hablar de arroces que se pasan, de solteros o casados, de guapos y de feos, de si esa falda es corta o larga, de si ese o el otro es gordo o flaco. El meollo de esta cuestión está en nosotros mismos, en nuestra psique, en nuestras interpretaciones antes palabras a las que yo doy sentido con mis cánones de normalidad. NO hay nada que sea normal o anormal, todo depende de los ojos que lo miren, de la mente que lo juzga y no encuentra explicación.
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