viernes, 16 de mayo de 2014
EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO
Me recomendaron la semana pasada un libro de un tal Viktor Frankl, un escritor y psiquiatra que narra su experiencia en un campo de concentración. No se centra en los detalles escabrosos, los pincela sutilmente, el libro trata más bien de darnos un mensaje, de conseguir que encontremos el sentido a nuestra vida. Dice que "el que tiene un por qué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo" Viene a decir que el ser humano se adapta a todo, hasta lo indecible. Al principio pensé que estaba loco, que esa historia no podía ser verídica, que qué persona en su sano juicio y, teniendo la opción de huir de los nazis; decide quedarse y que lo lleven preso para no abandonar a sus padres. Nada más leer aquello pensé que era masoca o algo peor pero luego, pensándolo fríamente me descubrí a mi misma pensando que me metería en un campo lleno de minas anti personas si mi madre estuviese allí. Durante aquellos años de prisionero deseo morir, vio como todo lo que amaba estaba lejos y se agarró a lo que pudo, como el naufrago que tras hundirse su barco se sube a un trozo de madera y va a la deriva en el mar. Todo tiene siempre dos caras: tú decides, tu escoges si quieres quedarte con parte gris o con la clara. Y tiene su lógica, ya de tener que pasar por una situación difícil mejor encontrar un motivo por el que seguir, por el que luchar. Y es que, cuando uno ya no espera nada de la vida es como si firmase su sentencia de muerte. Ante eso no hay apelaciones posibles, no hay discursos que nos convenzan de lo contrario. Las ganas de vivir nacen y mueren en nosotros mismos. Y cuando uno esta en ese abismo eres tú y solo tú el que decide alejarse del precipicio, el que decide empezar de cero. Y es que ante una situación anormal, cualquier conducta anormal puede ser considerada como normal. Lo importante es no rendirse, lo importante es saber que tenemos capacidad para enfrentarnos a todos los contratiempos que nos ponga la vida. Y no siempre tendremos un sonrisa, pasaremos por etapas: estaremos sin estar, reiremos aunque estemos llorando por dentro, nos aislaremos emocionalmente pero siempre, siempre, en última instancia somos nosotros mismos los que decidimos como actuar ante determinadas situaciones. Podemos quedarnos de bruces en el suelo, esperando que todo acabe o agarrarnos a algo que nos de esperanza y valor para afrontarlo. Si este hombre salió de un campo de concentración, lo perdió todo y volvió a empezar, ¿ cómo no vamos a hacerlo los demás? Esta es una historia de superación, de ver la luz hasta en las tinieblas, de recomponer tu vida y crearte otra nueva. Es un libro que hace pensar, que te hace sentirte afortunado y que intenta decirte entre líneas que has de vivir, que siempre tenemos un motivo para levantarnos del suelo. Aunque nos sintamos sin fuerzas, aunque creamos que seremos de mármol para siempre, el hombre siempre saca impulso para seguir hacia adelante. Sólo es cuestión de ponerle ganas
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