domingo, 14 de septiembre de 2014

CUESTIÓN DE PRIORIDADES

Si ya lo decía Melendi, que todo en esta vida es cuestión de prioridades. Y tú, hace mucho que no eres la mía, aunque me duelas, aunque quisiera que fueses otra clase de padre, aunque, sin embargo TE QUIERA.Porque me sacaste de tu vida a patadas, porque no me diste más opción que el destierro y la decepción, porque de tanto golpe me estoy quedando amnesica de recuerdos contigo. Siempre digo que soy lo que soy por ti pero hoy creo QUE SOY COMO SOY A PESAR DE TI, porque cuando tú no estabas mi madre me dio todo lo que tú nunca me diste. Se quedó y soportó mis prontos, mis locuras, mis reacciones de niñita abandonada y jamás se dio por vencida, jamás me dio por imposible. Pero es que el amor del bueno es así: irracional e incondicional. Quizás la "culpa" sea de ella que me quiere tanto y tan bonito que pensé que todos los padres amaban a sus hijos como ella lo hace conmigo. Y creo que mi elección fue buena y la volvería a escoger antes que a ti por un millón de razones: porque es una superviviente, porque si tiene un minuto lo invierte en los demás, porque pasó por un cáncer más preocupada por mi que por ella, porque tiene poco pero lo da a manos llenas, sin condición, sin esperar nada a cambio, porque a pesar de ti, del corazón roto que dejaste supo hacer borrón y cuenta nueva y confiar en el amor, porque a pesar de la vida de mierda que le tocó llevar ella no se rinde jamás, no deja de sonreir aunque este rota, aunque la tristeza la encadene con sus penas, no pierde la esperanza,la fe en la bondad del ser humano, se crece ante la adversidad y resurge como el ave fénix de sus cenizas. No me extraña que te fueses, estar con alguien tan especial y tan irrepetible sólo esta reservado para los valientes, para los que sepan apreciar que ella vale más que las siete maravillas del mundo juntas, que todas las riquezas del Vaticano, que todo el oro del planeta tierra. Y es que para estar a su altura o, para saber estar con ella unos escalones por debajo hay que tener un poco de sentido común, una mente privilegiada, una cabeza muy amueblada. Y tú, no cumples ninguno de esos requisitos. Eres poco para ella, eres de esa clase de persona que dan la vuelta al cuento, que hacen que la princesa salve al "caballero andante". 
    Y sé que las dos tenemos defectos, porque nadie es perfecto pero te queríamos sin merecerlo, sin que te esforzases lo más mínimo, pero decidiste abandonar tu reino por "barbies de extraradio", por amistades con un tipo de interés muy alto, decidiste hipotecar tu vida y usarnos como aval (a nosotras y a todos los que te han querido) vendernos como esclavas, abandonarnos a nuestra mala suerte para vivir tu vida vacía, tu vida de excesos y miserias, de mentiras y verdades a medias,de encantos y desencantos, de soledad y de amor mileurista. Y a veces tu ausencia me golpea como una ola, esa que desde la costa parece mansa pero cuando llega a la orilla coge impulso y te tira a la arena de improvisto: sin darte tiempo a reaccionar, sin que puedas hacer nada para que la sal que la impregna haga arder la cicatriz que tienes en el alma. Y aunque tu no me quieras o no sepas como hacerlo, aunque a veces sienta que en la playa de mi vida me faltas sé que estoy mejor sin ti, que siempre has sido un faro sin luz, porque el de mi madre eclipsaba con sus luces el tuyo, porque ella alumbra mi costa oscura y la convierte en un día luminoso, porque ella es la que está en esa maldita orilla, viendo mi barco zarpar, empujándome para que me aleje de la costa, para que salga a mar abierto y explore otros oceános. Y es que, aunque me faltes muchas días, aunque sea un saco de traumas por tus incógnitas estoy rodeada de un amor de los de película, de esos de los que la gente habla pero muy pocos han tenido el privilegio de vivir. Tus carencias están sepultadas con el amor de mi familia, de mis amigos y de toda esa gente nueva que se cruza en mi vida, que son como estrellas fugaces que aparecen en el cielo de mi vida y cumplen mis deseos, iluman mi camino y crean constelaciones de amor que me arropan, que me abrazan el día que mi cielo esta encapotado y se avecina tormenta, que se convierten en arco iris si es necesario para pintar de color el techo gris de mi vida. Aunque necesite tu  eclipse en mi cielo, sé que todos ellos, los que están y empiezan a estar acabarán con tu oscuridad y harán que la luna llena ilumine la playa de mi vida, esa en la que el agua es cristalina, en la que las rocas no se desprenden, esa en la que el mar esta siempre en calma y, cuando hay oleaje y me caigo, el agua que trago es dulce, es de esas que curan  heridas, que las cicatrizan. Y en mi playa las olas no saben a sal porque me sobra gente que me endulce el mar con su amor infinito, un amor que tú ni conoces ni mereces. 

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