domingo, 6 de julio de 2014
ENGANCHADOS AL DOLOR #Culpas #miedos #basta ya
Ayer me dio por quedarme en casa, un vinito y una de mis pelis favoritas: el Diario de Noa serían suficientes para pasar la noche. Y, a parte de dormirme en el sofá y amanecer a las 8 de la mañana como pollo sin cabeza comprendí que esa película sólo era ficción. Y me sentí triste porque pensé que en la vida real, el miedo les habría impedido reencontrarse, tirar su vida estructurada por una aventura de juventud demasiado arriesgada. Por otro lado comprendí que yo no quiero amor, simplemente busco no estar más tiempo a solas conmigo misma, con mis pensamientos y es que, lo que realmente necesito es un abrazo, un poco de confianza en el ser humano, tener la esperanza de que el amor de verdad, el amor que es sano y que envuelve el alma existe y no esta solo en las películas. Por ganas habría puesto un anuncio en el periódico que dijese algo así como: se busca chico que esté en tierra de nadie, en este maldito punto en el que me encuentro yo ahora: perdido; para hacernos este mal trago más llevadero. Sin promesas de amor eterno, sin mentiras, sólo con la necesidad de estar el uno junto al otro y olvidarnos de nuestros fantasmas a ratos. Aunque imagino que nadie habría contestado. Estamos todos tan jodidos, tan echos polvo por dentro que la simple idea de ver a alguien más de dos veces seguidas nos aterra. Incluso cuando aparece alguien y la persona está interesada nos empeñamos en ponernos caretas, en aparentar algo que no somos, en blindarnos el corazón para que nadie lo vuelva a hacer pedazos nunca más. ¿ por qué está vez va a salir mal ? ¿ por qué nos sentimos tan culpables? ¿ por qué estamos tan jodidamente enganchados al dolor, al sufrimiento, a la tortura interna? ¿ por qué nos sentimos indignos, defectuosos, cobardes? ¿ Acaso es mejor vivir con el miedo a amar, con el miedo a intentarlo? Ojalá pudiese responder a estas preguntas pero a estas alturas me veo incapaz. No soy capaz de entenderme a mi misma a veces como para descifrar estos enigmas. Es una lástima el daño que nos hacemos a veces, la de personas increíbles que se escudan en su pasado, en sus culpas y sus disculpas para no intentarlo, para no avanzar, para no ser felices de una maldita vez.
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