domingo, 6 de julio de 2014
AMA DE CASA # no sé hacer la O con un canuto #prefiero salir de fiesta
Después de haberme dormido ayer en el sofá, me fui a la cama hasta las 14 de la tarde nada más y nada menos. Imagino que sería el sentimiento de culpa, de despojo humano, de adolescente en el cuerpo de una adulta, de nini española que me entró lo que me hizo ponerme a limpiar. Que no es que yo sea una cerda que tiene la casa como un estercolero: no señores, no. Simplemente hay días que necesito sentirme activa y hacer limpieza de hogar y mental también. Y, de la que hago una la otra viene sola. Así que después de comer me puse manos a la obra. Con música, amoniaco, agua y un trapín deje la casa como los chorros del oro. Y la miro con orgullo, como un artista mira a su creación. Y después de acabar me seguía sintiendo yo ociosa así que cogí la plancha y me puse a planchar. Debe ser la primera vez que plancho el uniforme ( si lo supiese mi madre estaría orgullosa de mi) Y mientras estaba en ello pensé que es lo que hacen las madres para que cuanto quiten una arruga no les salgan doscientas más, porque a mi concretamente es lo que me pasa. Aunque también tengo que reconocer que el día que Dios repartió el amor por las tareas del hogar yo debía estar pintándome el ojo o vete tu a saber que. Porque no sé hacer nada: soy como un hombre pero en sensible. Varias incógnitas vinieron a mi cabeza: ¿ fracasaré en el amor porque los hombres detectan qué no se hacer nada del hogar? ¿ qué será de los hogares españoles en navidad cuándo la gente de antes ya no esté? porque los de ahora pasamos del momento ama de casa un montón. Imagino que nos veremos obligados a hacer macro cenas en las casas de aquellos que amen la cocina. El otro día mismamente me encapriché de un madilón rojo que ponía Master Chef. Me hizo gracia pero luego pensé que para lo que me arrimo yo a la cocina no merecía la pena pagar ni un euro por ese trapo publicitario. Aún recuerdo la primera vez que le hice la cena a mi ex novio. Un puré de patata con una consistencia de cemento extrema, que si le llega a caer encima me lo deja fiambre. Y de segundo lomo calcinado; vamos que no se sabía si aquello era carbón o carne. Lo que no entiendo es que, con lo moderna y feminista que soy yo le hiciese la cena pero bueno, sería el amor loco de los primeros días lo que me llevó a ese desastre culinario. Con suerte espero encontrar un amigo, candidato a marido o entretenimiento que sepa cocinar y planchar ( si amigas mías, la esperanza es lo último que se pierde) Mientras tanto quiero hacer un llamamiento a Letsbonus, groupalia y demás páginas de ofertones. Un cursillo, un máster de cómo ser ama de casa para gente como yo
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