jueves, 13 de noviembre de 2014
AHOGARSE EN COMIDA
Antes de que suceda pienso que necesito comer, que me voy a morir si no lo hago. Y son tantas emociones por minuto las que pasan por mi cabeza que sufro una taquicardia mental. Y en ese caos, en esa sin razón busco la razón desesperadamente y solo encuentro otra obsesión, otro látigo con el que marcarme, con el que quemarme el alma. Y empiezo a comer y es como una liberación pero luego, veo que estoy en una cárcel y a cada bocado me altero más y quiero parar porque me siento llena físicamente pero el socavón interior sigue sin cubrirse y yo, empeñada en rellenarlo con algo que lo hace más grande. Y muchas veces como porque quiero dejar de comer, porque quiero perder peso. Que incongruencia, que castigo, que tortura tan gratuita. Y ese nunca más, esos "mañana empiezo" que nunca comienzan, ese sentimiento de desprecio, de morbilidad de emociones , de muchos kilos de más, de querer y no poder parar, de pensar que todo es gris, que nada importa, que lo mejor es acurrucarme entre mis sábanas en la cama y dormirme;hasta que tenga fuerzas de nuevo, hasta que dejes de querer ser normal cuando eres una yonki , hasta que dejes de envidiar a l@s que "vomitan" (como si eso fuese bueno, como si eso no fuese otra variante de autodestrucción alimentaria igual de dañina que la mía) Y generalmente la raíz de todo es un evento, una fecha o una persona especial a la que no quieres defraudar. Y al final acabas haciendo lo contrario, lo hiriente, lo de siempre, lo que te mata silenciosamente y, esperando un milagro que te saque de tanto caos, de tanto dolor, de tanto sentimiento en mal estado. Pero tu sueño nunca se cumple y, al día siguiente, con varias horas de sueño de menos y obsesiones y ojeras de más te levantas con el pijama de los remordimientos y el fracaso pegado a tu cuerpo. Ese que ahora está maltrecho, incómodo y dañado por tanta mezcla, por tanta mierda en cantidades industriales. Y cuando la tristeza te deje,cuando dejas de herirte y herir sólo deseas tener la fuerza para parar, para que este enganche alimentario no te arrastre, para que, un buen día no te tragues entre bocado y bocado las ganas de vivir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario