miércoles, 29 de octubre de 2014

CUENTOS PARA PENSAR #JorgeBucay


Un día, navegando por la red en busca de nuevos vídeos sobre Jorge Bucay ( psicoterapeuta y escritor argentino) encontré un cuento sobre una princesa que buscaba marido y ponía un reto a los pretendientes: pasar 365 días junto al muro de palacio para que le demostraran su amor. Al final sólo queda un candidato que la noche antes decide abandonar los muros de palacio. Conforme se iban largando los candidatos yo pensaba: es como la vida misma, se largan a la mínima complicación. Sin pelear, sin grandes esfuerzos y si acaso alguno batalla más temprano que tarde se cansa y abandona el barco. Mi sorpresa fue mayúscula cuando, el último pretendiente, ese que había estado enamorado de la princesa siempre le decía a su madre algo así: sabía que yo sería el elegido y aún así no fue capaz de evitarme una noche de dolor. Alguien que no es capaz de evitarme una sola noche de sufrimiento no merece mi amor, ¿ verdad, madre?  y tras escuchar aquello comprendí más que nunca que las palabras están vacías, que soy yo quien las interpreto y que la vida no se ve sólo desde mi prisma. 
   Lo que pasa es que yo desde mi papel de adicta a relaciones tóxicas no veo más allá de mis narices. Y me creo que todos los hombres son egoístas, inmaduros, mentirosos e insensibles. ¡Cómo si las mujeres fuésemos todas unas santas!. Además, ¿ acaso conozco yo a todos los hombres del mundo? ¿ por qué no le doy la vuelta a la tortilla? ¿ por qué no pienso que quizás encuentro lo que busco? gente que no se compromete, almas atormentadas que decidieron apagar sus sentimientos para no sufrir nunca más. Y ahí aparezco yo en escena y me pongo a salvar vidas ajenas cuando no puedo con la mía, empiezo a valerme de las películas de amor, de los libros de romanticismo barato para justificar lo injustificable: la desidia, la falta de interés, de lucha, de respeto por quien tienes delante. Y me cuelgo de gente que no da nada, esperando que se obre el milagro y la bestia se convierta en príncipe. ¿ Qué clase de "amor" estoy exigiendo? pues uno en el que el otro debe cambiar. Y si tienes que hacer a alguien a tu antojo y semejanza es que eso ni es sano, ni es amor. Lo que pasa es que muchas noches, muchas días con sus horas no soporto estar a solas conmigo misma y busco calor donde solo hay escarcha, palacios en edificios en ruina, y amor del bueno donde solo hay una dependencia bestial, una falta de amor propio y cariño, un miedo al abandono más alto que la torre de cualquier castillo. Y muchas veces, cuando el sentido común me pica en el corazón me doy cuenta de que no puedo querer a nadie de manera sana porque no me quiero como debo a mi misma. Y al final, esa inseguridad se irradia y atrae a aprovechados o gente tocada y hundida. Como dice Coelho: " las almas atormentadas están condenada a encontrarse y multiplicar por infinito su dolor" Tal vez sea esto lo que me pase a mi, tal vez, quién sabe. 
      Pero como experta en desengaños amorosos que soy hoy me digo a mi misma que de amor no se muere nadie, que lo sé de sobra, que mi poder es mío y no de nadie, que es mejor vivir de pie que al lado de otro siendo su esclavo y comiendo las migajas que te tira en el suelo. Y algún día ya me despertaré y no querré salvarte la vida, algún día dejaré de engancharme a ti con cada sonido emitido de tarde en tarde por  mi whatsApp, algún día mi "en línea" dejará de echar de menos tu "Escribiendo....", algún día mis estados, mis cambios de fotos, mi música y mis entradas en el blog dejarán de ser para ti, algún día dejaré de creer que lo nuestro merecía la pena, que solo tengo que darte más tiempo, que seríamos felices si tú me dejaras, si tú te abrieras, algún día, cuando vea un coche como el tuyo mi corazón dejará de lado las taquicardias, las punzadas de dolor y algún día, sólo algún día comprenderé que el destino es más caprichoso que yo y que no existe un nosotros que valga, que en tu Iglú sentimental has decidido enterrarte en vida, que yo no soy quien para derretir la escarcha de tu corazón y menos, a costa de incendiar el mío. 

http://www.youtube.com/watch?v=LdkcvvO7wY0

martes, 28 de octubre de 2014

VIDAS DIVERGENTES

Y de repente aparece alguien en tu vida y se va colando poco a poco en ella. De manera silenciosa, sin prisa pero sin pausa y lo llena todo de luz y de sueños posibles. Personas de esas que la vida cruza en tu camino para demostrarte que el vaso siempre se puede ver medio lleno en vez de medio vacío, que todo es cuestión del prisma con el que lo mires, que nada es imposible, que si quieres puedes, que hasta de las derrotas se puede sacar el lado bueno. Hablo de esa clase de personas que te leen el alma, que te abrazan con su voz y te inundan el corazón de alegría con tan solo una sonrisa. Esa sonrisa que cuando empieza no puede parar, que es contagiosa y que me hace reír a carcajadas a mi también y darle gracias a la vida por habernos encontrado, por coincidir en el mismo punto, por poder hablar de tantas y tantas cosas en las que la mitad de la gente ni siquiera piensa. Y si el mundo quiere estar ciego, quiere ser frío, quiere ser moderno y apagar el sentimiento tú y yo vamos contracorriente y creemos en los finales felices, en los aniversarios, en los detalles sin importancia que son más importante que cualquier "Te quiero" soltado a bocajarro un 14 de Febrero. Y si sorprender y ser sorprendido ya no se lleva tú y yo somos dos anticuados encantados de serlo.
    Porque tú me recuerdas cada día cada virtud que tengo, porque nadie como tú apaga mi tristeza y seca mis lágrimas, porque nadie ha trabajado tanto por mi autoestima como tú lo estás haciendo, porque te escucho con atención y me encanta cada palabra que sale de tu boca, porque me cuidas, porque quieres protegerme, porque me das la voz de alarma cuando yo estoy con los oídos tapados, para no escuchar esas verdades que duelen tanto. Y si yo me hago la sorda tú te pones tozudo y me dices a voces que salga de ahí, que eso no me conviene, que vale ya de sufrir por cosas que no lo merecen y yo lo entiendo y te doy la razón, aunque luego no te haga ni caso, aunque luego te vuelva la cabeza loca con esa historia que te suena ya demasiado.
      Y me das el empujón que me hace falta para saltar al vacío, para superarme, para intentarlo. Y me hablas de libros que debería leer, de lugares a los que viajar y el mundo se me antoja un lugar más hermoso desde que te conozco, un lugar en el qué nuestras vidas divergentes, convergen en un punto exacto y se hacen más bellas. Te quiero hermanín

sábado, 18 de octubre de 2014

Playa del Silencio


Hay lugares que te encantan, sitios que, por muchas veces que vayas siempre los verás con los ojos del primer día. Eso es lo que me pasa a mi con la Playa del Silencio en Castañeras.Recuerdo que la encontré por casualidad en una página de facebook "Playas de Asturias" Al principio tuve que poner el Gps para llegar y, como es costumbre en mi me pasé la salida. Ahora sería capaz de ir con los ojos cerrados. Es sencillo: coges dirección A Coruña y sales en la salida de Novellana/Santa Marina donde irás a parar a una glorieta en la que hay una gasolinera. Se toma la tercera salida y luego en el cruce a mano izquierda. Es seguir todo recto hasta llegar al pueblo de Castañeras donde enseguida aparece un indicador de la Playa del Silencio. Tras adentrarnos en el pueblo llegamos a un camino sin asfaltar que nos conduce hasta la playa. No suele haber problemas de aparcamiento. El acceso es a pie  caminando por un sendero que nos conduce hasta un "mirador" y a las escaleras que dan a la playa. El primer  día que fui era un día de pleno verano, me dirigí allí casi por obligación, como una autómata y nada más ver el paisaje mi primera reacción fue de asombro. Era más bonita de lo que podía haber imaginado. No hay foto que le haga justicia. Es demasiado hermosa como para captar su belleza con unos cuantos píxeles. Es una playa virgen, recogida entre acantilados y de piedra. Jamás he visto un lugar donde el sol se refleje con tanta perfección sobre el agua, donde el sonido del mar arrastrando la piedras suene a paz y donde los colores sean más intensos, más vivos. Como si las formaciones rocosas atesorasen toda la luz del lugar y la escupiesen durante el día. El agua tiene un color turquesa, un contraste que invita a zambullirte entre sus cristalinas aguas. Creo que el nombre le viene al pelo. No es la típica playa bulliciosa y abarrotada. Hay bohemios, fotógrafos, turistas, perros...es como si a la entrada hubiese un cartel de NO MOLESTAR y lo respetásemos a rajatabla. Y las puestas de sol son espectaculares, de las más bonitas que he visto. Ver como el sol deja de calentar y se esconde agotado entre las rocas, bañando con sus últimos rayos el agua es como entrar en trance, es como tocar el cielo con las manos. Suelo ir demasiado para aclarar mis ideas, para callar mi mente, para encontrar la paz entre tanta guerra interna. Es como si el sufrimiento se anestesiara, como si te absorbiese las penas. Quizás sea MI PLAYA porque la encontré en un momento complicado de mi vida y desde que estuve allí hubo un punto de inflexión,de crecimiento personal y de esperanza. Cómo olvidar ese día, esos baños, esa sobredosis de soledad para la que no había droga suficientemente potente, ese libro en el que iba buscando respuestas y hallé soluciones, este sitio fue el sedante de mis penas, ese torniquete de mis lágrimas, ese punto y final a tanta culpa, a tanto castigo, a tanto amor absurdo no correspondido ya. Ahora, soy como una novia celosa y envidio a todos aquellos que puedan amarla tanto como yo la amo. Aunque, no les culpo: no enamorarse de ella es imposible. Y sueño con una casa allí, para no estar separadas ni un solo idea. Me encantaría levantarme por las mañanas y verla desde mi ventana y tener un porche con balancín donde admirarla frente a una buena taza de té y un libro, me imagino contemplando un atardecer soleado de otoño, tapada con una manta y envuelta por el sonido del mar: creo que no necesitaría mucho más para ser feliz. 
    Si alguien esta pensando en verla yo le animo a que lo haga. No deja indiferente a nadie. 




miércoles, 8 de octubre de 2014

ALGO CON LO QUE VIVIR

Juré y perjuré que no volvería a pasarme, pero hay cosas que no dependen exclusivamente de mí. Y me metí en una espiral de comida, de auto destrucción y de aislamiento. Y es que cuando estoy así, cuando la maldita enfermedad me atrapa y yo la dejo siento que no valgo nada y busco herirme a toda costa. A veces, incluso pienso: sería mejor tener bulimia o anorexia así, la gente lo entendería mejor. Pero, a mi que la gente lo comprenda o no, no es algo que me consuela ni que me cure ( porque, por mucho que me joda reconocerlo esto no se pasa) Porque será un trastorno de la conducta alimentaria pero la raíz de todo parte de las emociones, de esta maldita cabeza mía que a veces me juega tan malas pasadas. Incluso a veces busco situaciones que me hieren para tener una excusa para comer. Y no es una cuestión de cerrar la boca, de voluntad, de hacer dieta o ejercicio. Es un estado de enajenación mental que a veces me hace pensar que voy a perder la poca cordura que me queda. Cualquiera cosa: un cambio de horario, de estación, de planes, la tontería más absurda me lleva a comer. Y no a comer como lo hacen los demás: a pasarme un día y cuidarme el resto. Empieza con un granito de arena y luego esto se convierte en un desierto.
   Una vez oí a una persona soltar a bocajarro y con todo la crueldad del mundo : "no conozco a ninguna persona que esté gorda y que no coma" y yo me callé, sólo dije que nadie estaba obeso por gusto, que detrás de tanta grasa había muchos problemas que no se curaban en un gimnasio o con hojas de lechuga. Y es que, la sociedad no llega a entender como alguien se puede comer 32 magdalenas y seguir ingiriendo comida ( como dijo Marisa Jara un día en un programa) El problema es que no es un hambre real, tu cuerpo no puede más, pero tu mente te pide que sigas y sigas. Y al principio, comer me aliviaba, me daba la anestesia que buscaba y luego ya llegaba el caos. Ahora ni siquiera me da ese placer, ahora  los atracones son menos frecuentes pero más dañinos. La tristeza, el complejo de ser la última mierda y las ganas de no levantarme de la cama ni ducharme no me duran ya días ( es algo en lo que he avanzado) Nadie sabe lo complicado que es para mi vivir en esta sociedad en la que todo se celebra comiendo ( cumpleaños, bodas, bautizos, aniversarios) y en el evento en si yo me comporto, o incluso puede que coma hasta poco pero cuando me quedo sola es cuando explota toda esa ansiedad y cuando empiezo a comer y no paro. He salido en mitad de la noche a buscar algo que se me antojaba, he escondido envoltorios de dulces en los armarios, metida comida en el canapé para devorarla a media noche, he tirado comida sana que se me ha puesto mala y he gastado dinero en comida basura. Así es mi vida, así es mi día a día, una lucha continua con algo que necesito para vivir pero que yo uso como droga y me hace ser una yonki. Y cuando como mierda pienso mierda y siento que valgo tan poco que me pierdo el respeto hasta mi misma. Y con esto no pretendo dar pena, ni justificar mis kilos de más y mi cordura de menos, sino vomitar todo eso que me hace sentir la enfermedad, sólo quiero que la gente sepa lo complicado que es el día a día de un comedor compulsivo, el conflicto interno, el sufrimiento que conlleva, lo difícil que es convivir conmigo misma, que es conseguir que la persona a la que amas llegue a entender por que te atacas tan gratuitamente, por qué tienes esas salidas de tono, por qué hay cosas sin importancia que para mi son un mundo. O lo que es peor, cómo coño le explicas a alguien que eres comedora compulsiva. Yo a día de hoy ni me lo planteo porque bastante tengo con asumirlo yo como para ponerme a explicárselo a los demás. Sólo digo que la pelea interna que paso y que como yo pasan muchas personas día al día no es tarea sencilla. Lo bueno es que nunca pierdo las ganas de pelear y que con cada caída me levanto fortalecida. Y aunque ahora tengo unos cuantos kilos de más ( mentales y físicos) estoy aquí intentando ganar la batalla y quererme cada día un poquito más. Aunque me cueste horrores, aunque ahora mismo rompería todos los espejos por donde paso con tal de no verme, a pesar de todo esto hay algo que nunca pierdo.... LA ESPERANZA de ganar esta batalla, de pasar una temporada buena, de empezar de cero cada día

SALVEMOS A EXCALLIBUR #SalvemosaExcallibur

Algunos pensarán que he perdido el poco o el mucho sentido común que me quedaba pero hace tiempo que la opinión de los demás tiende a resbalarme o a importarme más bien poco. Lo digo alto y claro y reafirmo mi teoría día a día: hay perros más humanos que mucha gente. Y sé que hay problemas mayores que el tema de que sacrifiquen a el perro de esta auxiliar pero para mi, que se lo que es tener un perro, que he tenido su cariño incondicional, que he vivido los saltos, los movimientos del rabo, los ladridos de alegría al verme entiendo lo que es ese perro para esa auxiliar y su familia. La capacidad de amar que tienen, de perdonar, de no guardar rencor es desmesurada. A mi Laya me ha dado más alegrías o más ganas de luchar que cualquier palabra de cualquier persona. Con un par de lametones, con asomarse por la puerta de la habitación un día que estaba triste estaba todo arreglado.
    Y sinceramente, no sé si es peor que lo sacrifiquen o que le dejen vivir y lo usen ( como proponen algunos científicos) para estudiar sobre el ébola. Como un mero conejillo de indias para el enriquecimiento de farmacéuticas que encuentren la "cura milagrosa" que nos salve de esto. Y se me parte el alma pensando en los ojillos asustados de ese perro, al ver como unos desconocidos trajeados se lo llevan de su casa y la meten en un jaula. Y yo pienso, qué rápido se hace una orden judicial para sacrificar a un animal que no se sabe si está contagiado o no y cuanto tarda para meter a los que roban en la cárcel, a esos con ponerles una multa astronómica que pagan con parte de lo que robaron es suficiente.
     Quizás, solo quizás si se hubiese formado mejor a los profesionales, si se hubiese pensando más antes de traer el ébola a España tal vez no estaríamos en esta situación,  tal vez los vecinos de esta auxiliar no vivirían con el miedo pegado al cuerpo, tal vez no veríamos aislamientos de pandereta, hechos tarde mal y nunca a personas que han estado en contacto con paciente contagiados o con gente que les ha tratado. Y es que cuando algo nos queda grande no podemos pensar: "que salga el sol por donde quiera" y traerles aquí con el coste económico que esto supuso, con el riesgo que a día de hoy es ya un maldito hecho y con unas infraestructuras pobres y carentes de la seguridad necesaria. Si hubiésemos pensando con la cabeza tal vez hoy la ministra de sanidad no tendría que comparecer en el congreso, Bruselas no nos exigiría explicaciones y Excallibur sería feliz con sus dueños y su vida de siempre.

martes, 7 de octubre de 2014

SOBREPESO Y FELICIDAD #mentirapodrida

Llevo varios días escuchando a Tania LLasera decir que esta feliz tal y como está ahora. Y, yo que no soy nadie para opinar de lo que ella piense o deje de pensar os digo que o se engaña a sí misma o dice lo que dice porque es lo que toca. Si tan feliz está no me explico por qué se pone a dieta. Y si, muchos me diréis que vive de su imagen, que se tiene que cuidar por narices pero... por experiencia propia os digo que feliz lo que se dice feliz dudo mucho que lo sea. Se sentirá culpable a ratos, querrá romper los espejos de su casa a puñetazos, tal vez hasta se ponga ropa poco favorecedora para hacerse daño pero ...que no me cuente cuentos chinos porque no me los trago. Que te llamen gorda o especulen sobre que estás embarazada no creo que sea plato de buen gusto para nadie. Y menos para ella que pasó de ser delgada a como esta ahora. Que dudo yo que todo sea por haber dejado de fumar pero bueno... Cuando el pantalón aprieta la autoestima baja y da igual el maquillaje que te pongas o lo amplia que sea la ropa porque, debajo de todo eso estás tú,. con tus kilos de más: los físicos y los emocionales ( que son mucho más pesados que la grasa corporal) Y por fuera puedes intentar ponerte bonita y estupenda pero cuando estás fea por fuera se proyecta y yo, querida Tania, veo en ti cualquier cosa menos a una mujer feliz "que está a dieta de gente nociva y pensamientos dañinos" Dime que no matarías por despertarte un día y ser como antaño, dime que no te ves en una foto y te ves hasta el último de tus defectos, dímelo si quieres pero yo no te creeré. 
    Y al final el problema es la ligereza con la que habla la gente, lo fácil que es poner a dieta al de enfrente ( tan fácil como dejar al novi@ de otr@) ¿ Y si en este momento está tan hundida que comes por dejadez ? ¿ por qué todo le da "igual"? ¿ por qué no puedes evitarlo? y que ningún list@ me venga con el tema de la voluntad porque hay ciertas cosas con las que la voluntad no puede.  Y es que, nos ha tocado vivir en una sociedad donde las curvas están de más, donde se debe hacer siempre dieta mediterránea e ir al gimansio, donde tener un culo grande parece un pecado, donde las modelos muestran en  Cibeles orgullosas sus costillas y aquí no pasa nada porque es lo que vende, es lo que la sociedad quiere, clones delgados hasta el extremo, con pelo impoluto, piernas de garza y culo y pecho pequeños. Y si te sales de ahí amiga estás perdida: tírate al mar o asume que te dirán que eres como Beyoncé o Jennifer López ( como si eso fuese una ofensa pero bueno) Y con esto, solo quiero decir que ya esta bien de mentiras que yo no conozco ni creo que conozco a una persona gorda y feliz. 

domingo, 5 de octubre de 2014

HAY DÍAS


Hay días en los que una se levanta con complejo de salvadora, de Dios omnipresente y pretende hacer por otros lo que ellos no quieren hacer por si mismos: VIVIR. Quieres abrir las aguas, enseñar la luz al fondo del túnel, demostrar tu teoría irrefutable de que la vida esta para vivirla y preocuparse lo menos posible. Cuántas veces me he dicho a mi misma: acepta esto, asume lo otro, deja de darle vueltas a lo de más allá, por pensarlo las cosas no cambian, no se arreglan, no duelen menos... Aunque también reconozco que hay veces que no puedo y centrifugo ideas a mil revoluciones/minuto. Supongo que cada uno tiene su "momento", que un día algo te hace "clic" en el cerebro y decides que sobrevivir en vida no merece la pena, que hasta de lo malo se saca algo bueno, que no hay nada que no cure un abrazo, un oido amigo o un par de cervezas en buena compañía. Pero eso lo decides tú, HASTA QUE YO NO QUISE NO PUDE. Y me lo pongo en mayú para no olvidarlo, para asumir que cada uno hace y deshace su vida a su antojo, que todas las opciones son respetables. Si a veces no me entiendo ni a mi misma y soy incapaz de "salvarme" ¿cómo demonios pretendo hacer de buena samaritana? ¿Cómo voy a hacer yo algo que el otro no hace por si mismo? Además, quién soy yo para deducir, para dar por hecho que el otro lleva una mala vida y yo debo mostrarle los matices que tiene. Cada persona es única, cada cual decide el cómo, el cuando y el dónde en los capítulos de su vida y esto es algo que por desgracia se me olvida y voy al rescate de gente que ni siquiera ha pedido mi ayuda, que es feliz en su "infelicidad", que no cambia porque no quiere o no puede, porque  se conforma o simplemente porque esta a gusto viviendo la vida de esa manera. Así que hoy me digo a mi misma: encárgate de tu vida, cada cual que busque su bote salvadidas o que se ahogue si es lo quiere pero tú no te metas: ocúpate de ti misma que llevas años despreocupándote de lo que te atañe, luchando por causas perdidas, muriendo por guerras que no son las tuyas. Vive tu vida que de la de los demás ya se ocupan ellos, y si en algún momento  necesitan algo saben que pueden contar contigo y tus experiencias y hacer con ellas lo que quieran o simplemente...no hacer nada. Pero esas decisiones no las tomas tú sino el que tienes enfrente: salva menos y respeta más.