PODRÍA

Podría decirte que esto se pasa, que no te merece, que ni una lágrima más corra por tu mejilla, ni un sentimiento de culpa colapse tu mente. Podría pero creo que no es el momento de que entiendas que el tiempo lo cura todo, que ese dolor se pasará y saldrá el sol en tu cielo encapotado. Ahora te tocan las noches en vela, el hacerte preguntas que no tienen respuesta, el sentir que no eres nada sin ella, que ese dolor se va a hacer "okupa" en tu corazón junto con sus recuerdos. Y creerás que te mueres de amor, y soñarás que esta contigo y cuando te despiertes y la realidad sea palpable querrás no haber despertado. A fin de cuentas, ¿qué clase de vida cruel es esa en la que ella ya no es parte de tu ecuación? Y vivirás entre la esperanza de su arrepentimiento y la manera de aprender a vivir desmembrado, despojado de tu mitad. Y un día, harto de tanto quererla, de tanto amarla sin que ella lo sepa notarás que estás dejando de amarla y te parecerá triste e imposible. Intentarás recordar ese amor irracional del principio y verás que el espacio que antes ocupaba ahora estará lleno de olvido. Y sentirás que es anti natural pero a partir de aquí es un punto de no retorno hacia tu nueva vida. Una que se te antojará insoportable en soledad pero ,te garantizo que lo bueno llegará: que un día sonreirás un poco y llegara un día en el que te rías hasta de tu sombra. Y entenderás que todo pasa por algo, que no todos los finales deben ser felices, que el cielo brilla y el sol calienta aunque ella se haya ido. Y esa herida que sangraba, que dolía, que quemaba, que hacía que te doliese hasta respirar habrá cicatrizado y notarás que escuece a ratos, que estás estable dentro de la gravedad y tendrás ganas de vivir, de besar otro labios, de sentir el calor de otros brazos. Y en este punto te preguntarás, ¿volveré a confiar? ¿Esta vez será la vencida? Y ni tu mismo sabrás que responder. Podría decirte que volverás a querer, a ilusionarte, a darte sin barreras ni miedos, podría pero no debo, porque ahora estás cerrado por derribo y no quiero llenar tus ruinas de futuros de los que no quieres ni oir ni hablar.