martes, 19 de febrero de 2019

VOLVER Y REVOLVER

Creí que contigo si, que ya no habría más incógnitas, que el final feliz se escribía con tu nombre. Pero si te soy sincera creo que somos dos cobardes incapaces de soltar la soga que nos asfixia. Una vez alguien me dijo que las relaciones tóxicas son como las gallinas, que se aferran a un palo de mierda y no lo sueltan ni a tiros. Pues nosotros, ahora mismo somos como esas gallinas. Quiero hacer memoria, darme cuenta de en que momento se torció todo tanto. Quisiera saber cómo pasamos de ese día de sol en Septiembre, de ese beso mágico a esto. Y creo que todo sería más fácil si fueses un capullo, porque al menos tendría una excusa para mandarte a paseo. Aunque  creo que los silencios, las peleas y los nudos en la garganta son motivos más que suficientes. Tal vez sea el miedo lo que nos frene, o la costumbre o esta maldita espiral de creer que esta vez si que puede funcionar. Pero pienso que contra más tiempo ha pasado menos nos hemos creído que esto tenía solución. Es pelear contracorriente para nunca llegar a la orilla, es pensar en el pasado que para nada es presente, es la jodida rabia de saber que lo éramos todo y cada vez somos más nada. Y me asfixio porque me duele todo tanto que no puedo ni pensar con lógica. Aunque creo que la respuesta la tengo desde hace tiempo. Pero me gustaría olvidarla, hacerme ciega y no ver las evidencias. Y si pudiera pedir un deseo sería que todo fuese bien y para siempre. Pero aunque me reviente el alma sé que no va a poder ser. Que la cuestión es hasta cuando. Hasta cuándo podremos soportar todo este dolor, hasta cuando podremos fingir que todo tiene arreglo, hasta cuando vamos a poder soportar este vivir de pie antes que morir arrodillado, hasta cuando nos vamos a seguir jodiendo la existencia, hasta cuando los "aquí no pasa nada", hasta cuando este ni contigo ni sin ti, hasta cuando vas a poder disimular que mis cambios de humor te sacan de quicio igual que  a mi tu ropa tirada por toda la casa, hasta cuando...
    Con cada nueva relación nos juramos que hemos madurado, que no cometeremos los errores del pasado y cuando viene el declive estamos otra vez en ese punto de partida. Y me siento como una auténtica loca sin amor propio, con un montón de pedazos de este corazón roto entre mis manos. Y los miro fijamente mientras me digo ¿Y ahora qué cojones voy a hacer contigo ? Pero ahora mismo estoy total y completamente bloqueada.  Ahogada entre la razósn y el corazón. Sólo se que busco soluciones y solo siento dolor y nudos en la garganta que solo se desenredan llorando. 

martes, 2 de enero de 2018

FELIZ AÑO

¡Feliz año! Ni siquiera sé si en el cielo os estresáis tanto como aquí en la tierra con la dichosa Navidad. Igual ni se celebra.Yo solo sé que llegó el día 31 y la única mirada que quería ver era la tuya. Fue como si el resto de "feliz año" fuesen un sinsentido faltándome el tuyo. Y es que el ser humano es así: capaz de notar vacíos inmensos rodeado de gente. Siempre añorando lo que le falta. Y faltabas tú, tus lazos rojos hasta para los perros, tu anillo metido en ese copa de cava, el plato de uvas diminutas con el que siempre conseguíamos que yo me tomase las doce a tiempo, el trozo de cordero  sin hueso, tu risa, tus primeras lágrimas con las campanadas. Aquella mesa con su bingo, con Tina diciendo que apostásemos dinero y yo dejando de jugar cuando me enfadaba porque estaba harta de perder.  Unas navidades en las que Pepín aún estaba. ¡Era rica y no lo sabía! Supongo que cuando eres tan feliz nunca crees que puedas dejar de serlo. Das las cosas por hecho, como que caminas, y comes y respiras, sin darte cuenta de que más que un derecho o algo innato es un privilegio que se te  ha otorgado. Pienso que pasa lo mismo con las personas que forman parte de nuestra vida. Creemos que siempre va a haber tiempo para otro baile, otro te quiero, otra mirada....sin darnos cuenta de que la vida tiene sus planes. ¡Me faltaron demasiadas vidas que vivir contigo!
    Sabes que nunca me gustaron las navidades pero este año puse el árbol y decoré la casa por ti. Y estarás tú pensando " que me haya tenido yo que morir para ver esto! Aún recuerdo tu expresión cuando te decía que no pensaba adornar nada. Solo te faltaba que la cabeza te diese vueltas como a la niña del exorcista. Y es que yo pienso que de todos nosotros tú eras la que más espíritu navideño tenías. En Nochevieja me puse ese vestido y me maquillé por ti, por si echabas un vistazo desde el cielo para que me vieses mona y hasta con TACONES. Os tenía preparados unos farolillos de esos tan chulos de luz. Si, esos que tiraban en la peli de "lo imposible" Era mi manera de felicitaros el año nuevo y enviaros un trocito de mi corazón y mi alma a vuestro lado. Pero empezaron a sonar las campanadas, se me llenó la boca de uvas, el corazón de ausencias y los ojos de lágrimas. Ni sé las uvas que me quedaron en el plato. Tampoco es que me importe. Imagino que a ti si. Porque tú eras muy de supersticiones. Pero en ese momento pensé que me importaba una mierda si iban por la 6 o era la 12 ya, que por mucho mal fario o mal rayo que me parta por no cumplir la tradición nada podía superar el 2017. ¿ Qué más nos podía arrebatar? Así que solté el plato y esperé al 2018 como buenamente pude.
    Supongo que no entiendo tu muerte, que ni quería, ni me esperaba ese final. Y mira que lo he intentado. Si hasta me papé un libro de Kubler Ross "La muerte un amanecer" para intentar encontrar un poco de paz pero lo único que conseguí fue pillarme un rebote de tres pares. Que si, que soy muy bruta. Pero esto no te pilla de nueva: ¡lo pienso y lo suelto! Aunque bueno imagino que más que reconfortarme buscaba un milagro. Es inevitable no echar de menos tu presencia. Recuerdo cuando pasó lo de Pepín. Llegó un día en que me costaba recordar su voz y me sentí la peor persona del mundo. Y no quería que me pasase eso con nada que tuviese que ver contigo. Desconectarte de alguien a quien amas es muy duro. Aunque el otro día imaginé tus manos rascando mi cabeza y así me quedé dormida. Con esa manicura perfecta, esas uñas rosas, esa dulzura tan tuya. Es que hay días que necesitas que la realidad supere a la ficción, que todo sea un mal sueño , que me contestes. Porque yo miro tus foto y a además de decirte siempre que eres preciosa hablo contigo. Entre lo que te cuento a ti y lo que le digo a Luna cualquier día los vecinos recogen firmas pa que me encierren.
Pero no te preocupes, que eres muy de angustiarte con cada cosa que escribo. Estoy bien, esto texto solo está lleno de amor del bueno. No he dejado de vivir la vida, voy despacio pero segura y saco las fuerzas cuando no las tengo por ti. Eres la energía que mueve mi mundo. Tenemos unos farolillos pendientes ¡no lo olvides!

martes, 29 de agosto de 2017

FELIZ NO CUMPLEAÑOS

Buenas noches Pilarín. ¿ Todo bien por el cielo? Imagino que Pepín estará encantado. ¿ Lo habéis celebrado como se merece ? ¿ Cómo solo tú sabes hacerlo ? 
     Espero que te gustasen los Lilium y que te llegase mi beso. ¡ No sabes cuanto echo de menos el piel con piel contigo!  Que no daría yo por volver a oler tu perfume, por vivir en directo tu risa, por escuchar esa dulce melodía que es tu voz, por contemplar esas manos de muñeca y esas piernas de "vedette" 
       ¡Feliz cumpleaños! Aunque desde que te fuiste todo es menos feliz. ¡ No es un cumpleaños sin tu voz! No pienses que me había olvidado, que solo te escribo porque el facebook me dice que es lo que toca. Es que duele demasiado saber que detrás de la felicitación solo hay silencio. Aún no me creo que te hayas ido. Todavía espero despertarme y que todo sea un mal sueño. Y es que pensaba y quería que fueses eterna. Ahora comprendo que el desamor duele pero no mata y que el duelo es tan implacable como necesario. ¡ Cuantas lágrimas me quedarán para sanarme ! ¡ Cuantas conversaciones al aire serán necesarias para no sentir que el corazón esta partido ! ¡ Cuantos besos a tus fotos harán falta para no vender mi alma por un segundo más a tu lado !  ¡ Cuantos recuerdos de facebook con tu imagen necesitaré para no enfadarme con la vida por haberte quitado la tuya ! ¡ Cuándo podré recordarte sin sentirme triste y desmembrada, cuando se irá el invierno y volverá la primavera, ¿ Cuándo ? Ojalá pudieses desvelarme el misterio. 
        Y es que me quedaron demasiadas cosas en el tintero. En realidad este es mi verdadero regalo. Decirte todo lo que camuflé bajo mis silencios. En aquel momento tocaba representar la función, preocuparse por ti y por tu comodidad, hacer de tripas corazón y guardarme los sentimientos para más tarde. Fue muy complicado fingir que todo iba bien. Tuve tanto miedo de derrumbarme, de llorar, de meter la pata y disgustarte. Aún a día de hoy no sé como pude hacerlo. Imagino que todo fue por amor, ese amor del bueno, ese amor que no es egoísta. Solo quiero que sepas que todo lo que hice, lo hice por ti, por hacerte las cosas más fáciles, por pasar el tiempo que nos quedaba lo mejor posible, por cuidarte como pude y supe. Espero que fuese suficiente, aunque a mi ahora no me lo parezca.  
        Voy a contarte un secreto. Recuerdo la última vez que te vi "despierta". Te pusé medicación por el catéter. Abriste los ojos, me miraste y dijiste " gracias cariño " y yo me sentí aterrorizada. Tenía miedo de que fueses consciente de lo que te ponía, de que te pareciese mal, de que no lo quisieses. Han sido los sedantes que más me ha costado poner en mi vida. Es como cuando sabes que algo es lo correcto pero te niegas a aceptarlo. Y de enfermera solo me quedó el recuerdo de las dosis, la función de esos medicamentos. Solo quiero que sepas que cada miligramo de lo que te puse estaba impregnado de infinitas dosis de cariño. Gracias a esto entendí todas las lágrimas que vi en mi trabajo. Me has hecho más humana, más empática y más profesional de lo que ya era. Me enseñaste cosas incluso en tus últimos días. 
     Fuiste la más valiente de todos, una guerrera incansable. Y ahora que todo ha pasado dime ¿ sabías lo que iba a pasar ? ¿ Tú también interpretabas tu función paralela ? 
      Me hubiese gustado no trabajar ese día, poder despedirme. Y es que el día anterior me quedé dormida y llegué sobre las 19 a tu casa. No sabes lo enfadada que estoy conmigo por eso. Ya sé que tu no, no te preocupes, esto es solo una guerra entre mis culpas y yo. 
       Que sepas que desde que te fuiste ese viernes todos los fines de semana me parecen lunes. Pero doy gracias por haberte visto tranquila, por darte todos los besos y caricias que te debía aquel día, porque seas mi tía. 
        Estoy tan orgullosa de ti, tan feliz por todo lo que vivimos. Pero habría querido mucho más, eres como una droga, soy adicta a todo lo que tiene que ver contigo. 
        Me acuerdo de los sábados en tu casa, de Perlina metiendo el rabo en la estufa de queróseno y de como tú siempre ibas en su rescate, de cuando me llevabas a cobrar recibos contigo y me dabas caramelos, de como te enfadabas cuando Jorge te decía que iba a sacar un pañuelo blanco para que le vieses en casa desde el asilo. Recuerdo cuando me enseñaste una foto de Paco sonriendo como una tonta, cuando me hiciste el traje de ratita más precioso del mundo, cuando me cortabas el flequillo, cuando nos pintabas las uñas a Vane y a mi, cuando te reías a carcajadas, cuando jugabas con Izan, tu cara cuando supiste que ibas a ser abuela por primera vez, tus defensas a mis indefendibles cruzadas, tu ayuda infinita, las sandalias que nos trajiste de Benidorm, tus posados vacacionales, tu actividad frenética en facebook, tu preocupación por mi melancolía, cuando viniste hasta casa por el último cumpleaños de mi madre, las comidas a las que nos invitabas por tu cumpleaños...Tienes tantas cosas y todas tan buenas que esto texto se haría infinito. A partir de ahora solo espero que los años pasen hacia atrás para volver a vivirlo todo contigo. 
      Ojalá hubieses visto mi casa. Y por un momento, cuando te vi paseando tan erguida por la planta de cirugía creí que sería posible. No sabes lo feliz que me hiciste, sentí que podíamos con todo, que tendríamos más tiempo para que te curases y siguieses peleando. Y de repente el "se acabó", el "estáis en otra etapa donde hay que asumir ciertas cosas" ¡ Menuda gilipollez! ¿ cómo diablos te preparas para perder a alguien a quien quieres? 
       Todas las habitaciones del hospital me recuerdan a ti, todos los rubios me parecen el tuyo, todos los sandwiches vegetales se me parecen a los que tu comías. Y es que todo me recuerda a ti. Porque a veces te pienso hasta en sueños. Pero no te preocupes, vamos a estar bien por ti. Nos vemos en nuestra siguiente charla, en nuestro próximo beso a esas fotos tuyas de mi habitación, cuando caiga la noche y yo te repita como un mantra  " Pilarín, quédate conmigo hasta que me duerma, dame un abrazo, cuélate en mis sueños" y te pido todo esto porque a veces pienso que si siento tu presencia, que si miro al cielo y veo una estrella y fueses tú todo sería menos complicado y doloroso. TE ADORO DIVINA

sábado, 21 de enero de 2017

La LLoca del Rinconín

A simple vista La madre del emigrante, más popularmente conocida como La Lloca puede parecer una escultura más de esas que decoran paseos. Es obra de un tal Rafael Muriedas. Yo no sé valorar el arte: lo reconozco. No soy capaz de captar la esencia o darle el valor que merece pero con La Lloca fue amor a primera vista. Y algunos pensarán que como me puede gustar una mujer con manos gigantes, ropa raída, despeinada y de proporciones gigantes. Pero detrás de esa fachada se esconde algo que pocas cosas hoy en día consiguen hacer: emocionar, poner los pelos de punta, transmitir. Esa cara de sufrimiento, esa angustia mientras mira al mar. Cuando pienso en su historia me recuerda a la canción de "En el muelle de San Blas" La imagino días y días allí esperando hasta desesperar. Su ropa parece haberse desgastado por el oleaje al chocar contra las rocas, su pelo mecido por el viento, su figura consumida. Y a pesar de todo eso creo que a ella no le importa nada. Que esta tan metida en ese dolor que su alrededor es un mero escenario donde pasa los días. Yo la miro y siento una conexión, como si la entendiese. Y es que a fin de cuentas ¿quién no se ha sentido como La Lloca en algún momento? ¿Quién no se ha quedado paralizado por una emoción que le supera? ¿Quién no ha pensado: "paren el mundo, quiero bajarme? ¿Quién ha querido moverse, salir de esa situación que lo asfixia y no poder? 
     Pero a pesar de todo ella transmite su dolor sobrecogedor pero da paz. Imagino que está tan acostumbrada a que sea suyo que no quiere compartirlo con nadie más. Es como un apéndice en su escuálido cuerpo. Y esa mano en alto como implorando, como suplicando algo que quizás su cabeza sabe que es imposible pero que su corazón se niega a aceptar. Mirando al mar con sus ojos llenos de pena pero con las fuerzas suficientes como para pedirle un deseo . Ella es una de las razones por las que me encanta el Rinconín. La veo desde lejos y ya se me escapa una sonrisa y digo en alto, casi sin darme cuenta " ¡ay mi lloca! " Para mi es mágica. Me calma, me aclara ideas, me da respuestas. Desde mi punto de vista si estas en Gijón es una de las visitas obligadas. La Lloca nunca defrauda. 



sábado, 3 de diciembre de 2016

Bienvenido al final de este bonito principio

"Nadie dijo que fuera fácil" Se me viene inevitablemente esta frase a la cabeza. Por el momento, por las formas, por vete tú a saber que más. Porque cuando crees que ya lo sabes todo, que no vas a tropezar más con la piedra vas y te das la hostia de tú vida. Y vuelven la culpa, las preguntas, el "paren el mundo quiero bajarme" Pero la vida sigue, los trenes pasan y hay que respirar hondo y decidir moverse. Porque si no todo se marchita de estación en estación, de sueño en sueño. Y vives de promesas y mueres consumido por tus ilusiones. Y vuelve el miedo. El miedo a todo y a nada, al error, al abismo, a la falta de garantías que viene implícito en el vivir. Y es que quien no arriesga no gana pero es que me da tanto miedo perder que a veces prefiero no moverme para no saber que vendrá después. Pero eso tampoco me hace feliz. A veces incluso me planteo si seré capaz de dejarme algún día serlo. Porque la vida vuela mientras yo levito entre mis miserias y mis fantasmas. Y esta fase estaba superada hasta que dejó de estarlo. 
   Me he dado cuenta, por enésima vez en esta vida que el miedo no me deja vivir como quisiera, que me quedo en el quiero mientras pienso que no puedo y que hagas lo que hagas has de hacerlo pensando en ti. A fin de cuentas nacemos y morimos solos. Esto no es el cuento que me vendió Walt Disney y yo estoy ya muy mayor para creer en príncipes azules. Y creo que es precisamente esto lo que me atormenta y me lleva quitando el sueño más noches de las que quisiera. Vivo como si mi vida fuera un examen tipo test y me faltase el profesor que me dijese si estoy aprobada o me quedo para Septiembre. Necesito que me digan si lo que pienso esta bien, mal o regular, si hacer esto o lo otro es lo correcto y al final... soy una marioneta en el teatro de mi vida. Nunca me gustaron los directos, los sobre la marcha. Siempre he necesitado seguir un guión, corregido un millón de veces por mi tribunal interno y si algo se improvisa yo entro en pánico. Por la manía de controlarlo todo, de querer saber las respuestas antes de hacer las preguntas. Y a estas alturas me digo a mi misma ¿qué coño haces? ¿Cuándo te vas a dejar vivir? ¿Tan malo es equivocarse? Y he pensando, en medio de tanto caos que me tengo que escuchar más, que las corazonadas son impulsos de los buenos, que el error esta en no intentar algo, que mis decisiones tienen que aportarme felicidad única y exclusivamente a mi. Y me jode admitirlo pero hay vacíos que no se llenan con nada ni con nadie. Si yo no me salvo, nadie lo va a hacer. Si yo no peleo por mis sueños se van a quedar en papel mojado. Y no quiero eso más.
     A veces me pregunto ¿cómo se hace? ¿Cuál es el secreto para capear el temporal? Porque hay mucha gente por ahí viviendo vidas que jamás nadie debería vivir y con una sonrisa en los labios. Y yo me veo en una buena vida haciéndola mala. Quizás sea la manía de estar acostumbrada a vivir tan mal lo que me frena. Pero hoy no quiero esconderme. Hoy quiero que entre la luz por la ventana, quiero tomar decisiones, explorar nuevos caminos, darme cuenta de todo el potencial que esta sepultado entre tantos kilos de miedo. Hoy he decidido limpiar la mente, pelear por mi, grabarme a fuego el "a ti te quiero, pero a mi más" , silenciar mis coros griegos y sus miedos. Hoy, como otro día cualquiera es un buen día para ponerme en pie y empezar de nuevo. 

viernes, 3 de junio de 2016

PARA LOS QUE YA NO ESTÁN

"Estoy sin estar" una frase hecha pero muy cierta. ¿No sentís a veces que alguien que ha fallecido sigue vivo? No me refiero a vivos de verdad o a ver fantasmas. De lo que os hablo es de ese engaño del cerebro. Ese que te hace recordar a alguien como si aún no se hubiese ido. Todo comienza con  un coche (ese que tuvo él toda su vida), con un "clon" de nuestro ser querido ( esa que es idéntica a ti: física y personalmente ) o cuando de repente pasa algo en tu vida o lees algo que te recuerda a esa persona ( se me siguen yendo los dedos al micrófono de whatsapp para mandarte un audio) Alguna conexión extraña se activa entre tus neuronas, recuerdas a esa persona, sonríes y de repente...el sueño se vuelve pesadilla. Y sabes que se ha ido, que los recuerdos persisten en tu memoria y poco a poco se van difuminando. Y te duele el corazón, más que cuando te lo parten, y sientes un vacío que solo se haces menos hueco cuando eres consciente de que han sido, son y serán parte de tu vida para siempre.
     Y no me conformo solo con vuestras fotos. Me guardo para mi pequeñas cosas que nos vinculan . Esa aplicación del tiempo tan famosa que me decía la hora y la climatología de aquel lugar, esa carcasa que escogiste para mi móvil, ese pin que dijiste que era muy facilito, esa manera tuya de reírte de mi poniéndome "motes", esos mensajes reivindicativos que tanto mandabas y yo tanto ignoraba. Y es que, aunque quisiera no podría deshacerme de nada de ello. A veces me digo a mi misma. ¿ Para qué esta aplicación ? ¿ Por qué no cambias de carcasa? Sinceramente ni puedo ni quiero deshacerme de ello. A veces miro el tiempo que hace allí y aunque tú ya no lo sientes yo sé qué tal te trata la climatología por esos lares. Y no alivia pero si reconforta algo. Es como tener "pequeñas noticias de ti" Y respecto a la carcasa o al código pin que voy a decir: que me recuerdan a tu filosofía de vida (sencillez y positividad) ¡Pero es que os fuisteis tan pronto, tan de repente! En un visto y no visto. Aunque reconozco que muchas veces quise jugar al "ojos que no ven, corazón que no siente" porque mi lado egoísta quería que Dios, el destino o lo que diablos fuese obrase un milagro con vosotros. Porque os lo merecíais, porque teníais que seguir brillando, porque hay demasiada gente mala en el mundo para que os fuese a tocar a vosotros. Muchas veces me cago en las malditas cartas que os dio la vida, en la mala suerte que os apartó de mi lado. Supongo que aquí influyen muchos factores: las cosas que querría haberos dicho y nunca os dije, todo lo que me quedó por vivir y aprender de vosotros y por encima de todo, el factor pataleta. Ese que te hace "enfadarte con el mundo" por seguir su curso, por no aceptar sus planes.
    ¿ Y que me decís del olvido involuntario? ese que jode tanto, ese que te hace olvidar su colonia, su voz y sentirte como una mala persona. Como si por olvidar detalles fueses a quererlos menos. Imagino que ellos, estén donde estén se alegrarán de que esta pesada a veces les "cuente su vida" Porque por encima de todo yo me quedo con ellos, con lo que significaron en mi vida, con las lecciones que me dieron sin saberlo, con su simple presencia, con sus sonrisas infinitas. Y es que si hay algo triste de verdad yo creo que es la indiferencia. Y en vuestro caso pasáis de todo menos inadvertidos. No os olvido. Se os quiere y se os echa de menos.

martes, 1 de diciembre de 2015

SILENCIO A GRITOS

¡Paren el mundo, quiero bajarme! Rezaba una frase que un día leí y jamás olvidé. Y desde entonces me he querido apear cientos de veces, ponerme en standby y quedarme encerrada y a oscuras con toda mi amragura. Porque esa por mucha orden de deshaucio que yo le mande sigue aferrada y en modo Okupa dentro de "mi no ser" 
    Y creo que ese es uno de los rasgos más típicos de cualquier adición: que oculta entre su oscuridad a la persona y a su vida.  Al principio peleas, luego sucumbes y un buen día te quedas sin batería y sin ganas de encontrar el maldito cargador. Yo me comparo con un iceberg, me hago una gran corazada en la cual ni entra ni sale nada, donde no puedo herir ni herirme. Aunque siendo egoísta creo que lo que me paraliza es el calor de cualquier emoción humana. No vaya a ser que con cualquier "te quiero" o cualquier abrazo se me derrita el chiringo y no me quede más remedio que llorar y decir la verdad. Que la culpa me quita el sueño todas las noches, que me odio por no ser feliz, por no disfrutar de nada, por ser incapaz de decir que tengo miedo, que la navidad despiertas todos y cada uno de mis traumas. El maldito anuncio de la Pataky y sus virtudes o el de Tous al más puro estilo navideño, recordando que una de las personas que más te quiere en este mundo es tu padre. Y yo lo veo y me asfixio, me doblo por la mitad. Porque en matemáticas no siempre dos más dos acaban siendo cuatro. Ni yo tengo el cuerpo de la Pataky ni tampoco el padre que tiene la del anuncio de Tous. Y eso jode, jode tanto que partirías la tele en pedazos o recogerías firmas en change.org para que los retirasen de los espacios publicitarios. Y ya se que la culpa no es de la tv, ni del entorno, ni la de piedra con la que tropezaste. Pero con esa baza juega la adición. Y en navidad por más "jingle bells" que te propongas estar el cuerpo solo te pide dormir y despertarte cuando todo haya acabado. Y es el mono el que hace su mejor campaña de marketing en fechas señaladas para que hagas tu balance negativo de rigor. Para que recuerdes todos y cada uno de tus fallos y te flageles en su nombre, para que no olvides todo lo que el miedo te arrebató de las manos por cobardía. Se hace eco de tanto daño proyectado en los que más amas. Porque estás tan harta, tan irritada, que si no compartes toda esa frustación cn el prójimo enloquecerías. Y jodes para joder pero lejos de aliviarte sabes que has dado en la diana equivocada y el sentimiento de culpa sé multiplica. Sin embargo ese es uno de mis momentos preferidos. Es justo ahí cuando las palabras exactas pueden hacer magia y conseguir que te derrumbes y que digas de una maldita vez que te asusta no sentir la vida, que solo estás tranquila durmiendo, que te olvidas de citas médicas, que no te centras ni en el trabajo porque tus inseguiridades te dicen "que no vales, que no sabes, que no mereces estar allí" Y quien te quiere tanto como para quedarse ahí cuando solo eres odio y reproche te inyecta un chute de esperanza aderazado con "si se puede" y una pizca de "cree en ti" Pero al día siguiente la apatía y el embotamiento emocional siguen ahí y te dejas llevar como la corriente. Porque es más sencillo vivir en la excusa del "no puedo", que echarle un par de huevos y llorar por todo lo que no  has llorado y por todo lo que no te has preocupado.Pero ¿ y si empiezo y no puedo parar? ¿ y si me tocan por loca? Porue el hecho de ser adicta no significa que sea tonta. Soy consciente de que mi problema me hace magnificarlo todo y que muchas veces la gente pone cara de pocker. Es por eso que solo encuentro el consuelo en los de "mi especie", porque los demás te quieren y te dicen que te entienden pero en el fondo no pueden entenderte por mucho que quieran. 
    Quién en sus cabales llegaría a comprender que llevas toda la vida buscando la pastilla, la dieta o el milagro de turno que te haga no atracarte, que no sume más kilos a tu desesperación, que te haga la puesta a punto para esas bodas, bautizos y comuniones que tanto te angustian.  Es tal el nivel de exigencia que te autoimpones que vives minuto a minuto como si fueses una gran estrella del cine y todos y cada uno de tus movimientos, estilismos y decisiones fuesen a ser portada y carnaza para programas basura y prensa rosa.
    Y en este GH oí muchas veces autocríticas y críticas externas sobre el peso de una concursante a la que yo veo estupenda. "Te compro tu sobrepeso guapa" Pero bueno la diferencia es que lo suyo es algo que se puede expresar en kg y lo mío "es una enfermdad del alma" como me dijeron una vez. 
     Para que nos hagamos una idea: si siento cualquier emoción ( del tipo que sea) en exceso, como. Si me surge un imprevisto, si discuto, si se acaba mi marca de yogures en el súper, si siento que no pude hacer mi trabajo como yo quisiera, si tengo una cena, si es navidad, si cambian la hora.....esta menda COME. Y lo escribo en mayúsculas porque son cantidades desproporcionadas.  Todo lo desencada una emoción o un pensamiento mal gestionado. Llega el hambre emocional y el comer sin sentido, ni gusto, ni vista. Porque en momentos así no saboreo nada, solo engullo. Y el estómago te dice basta pero la cabeza aún necesita más para llenar ese vacío sin fondo que no lo llena nada. Y después llega la culpa, la desesperación, los se acabó sin punto final, las molestias de estómago, las ganas de devolver, de no querer salir de la cama, de que nadie vea que estas gorda, deprimida y sin fuerza de voluntad. 
   Así que la próxima vez que le digáis a alguien que por un bombón, unas patatas fritas, o por un pequeño exceso no pasa nada. Yo os digo que si, que puede pasar y mucho pero no ante vuestros ojos, si no en la soledad de nuestra casa. Supongo que ese es el mayor de los problemas.  LA SOLEDAD. Leí hace poco que la comida estaba caliente cuando teníamos frìo, que estaba siempre dispuesta, que no se iba ni nos abandonaba cuando nuestros padres si lo hacían.  A día de hoy yo se que la comida va a estar para mi las 24h del día y los 365 días del año.
     Imagino que desde pequeña aprendí a comérmelo todo. Jamás me faltó de nada (materialmente hablando) pero si que me hubiese venido bien un cursillo de verano en el que me explicasen que eran las emociones y que hacer con ellas.  Me recuerdo de niña comiendo picadillo y no dejando ni un resto en el plato. Mi padre siempre me decía que no hacía falta lavarlo de lo impoluto que lo dejaba.  Mi padre ese que no supo hacerlo mejor y que estaba en el momento equivocado en el sitio oportuno. Y yo ahí partiéndome el lomo porque me quisiese como yo quería pero nunca era demasiado. Y aprendí que el amor es esfuerzo y dedicación, y que si no me quieres como quiero que me quieras yo debo pelear por ser la mejor hija del mundo mundial. Ahora se que quién no se ama a si mismo es incapaz de amar. Pero aún así, en los días de barra libre de fantasía aún sigo esperando que quieras ser mi padre. 
     Y mi madre esa que trabajaba sin descanso para que a mi no me faltase de nada, aunque a veces piense que si pudiera escoger habría escogido sus abrazos y pasar más tiempo con ella antes que todos los juguetes del mundo. Mi madre, esa que peleó tanto por mi futuro que llegó a exigirme en exceso, a hacerme tener miedo a sacar un 8, a defraudarla. Luchó tanto porque su historia no se repitiera que a día de hoy somos como dos gotas de agua. La única diferencia es el diploma que cuelga en la pared y que conseguí a base de atracones, interminables horas de estudio y autoexigencia y algún que otro lexatin. Y es por ese "trauma" por el que ahora la palabra oposición hace que me tiemble hasta el pelo, hace que reviva lo que mi cabeza quiso olvidar. Y a día de hoy tengo muchas fobias, entre ellas abrir un libro y pelear por mi futuro. Porque igual fracaso, porque los miedos y la comida toman el mando y yo ya no soy persona. 
    Y sin darme cuenta crecí en mi burbuja de caprichos insonorizada. Hasta que un buen día oyes los ruidos de fondo y no son de risas precisamente. Y esto no es una crítica, es un acto de comprensión y gratitud  hacia dos personas que pensando que hicieron lo mejor para mi hicieron lo peor.  Aprendí a que me excluyesen : de sus problemas conyugales, de la enfermedad de Pepín, de cualquier factor externo que me perturbarse. Y me hice adulta mirando para otro lado, enfadándome con el mundo y dándome muchas hostias. Y siempre, en todos esos momentos la comida ha estado ahí. Es más fácil abrir una bolsa de patatas fritas que decirle a tu a madre cosas que sin pretenderlo van a hacerla sufrir. Con que valor preguntas por què no cogimos la puerta y lo mandamos a freir espárragos, con que autoridad moral le digo yo que mejor me había criado sin padre. Precisamente yo, la experta enrelaciones  tóxicas, la que más puede llegar a comprender que peleó como una jabata porque creía que entre tanta mierda había algo que merecía la pena. Con que autoridad le digo que tenía que haber tirado ese amor envenenado, haberse secado las lágrimas y quedarse conmigo sola. Con lo que me cuesta a mi ocuparme de mi misma no quiero ni imaginarme como se habría sentido ella con el corazón roto,  el lomo partido de trabajar y siendo divorciada. 
     Y a mi padre le podría reprochar miles de cosas pero de adicta a adicto sobran las palabras.Su frialdad, su humor agrio, su insatisfacción, sus críticas autodestructivas hasta matar, hasta clavarlas en el alma las comprendo pero no las justifico. Si tuviese valor le diría que fue una actitud cobarde, que debería haberse bajado del barco. Pero como te apeas en mitad de la función de tu mar en calma embravecido, de tú somos los felices infelices. Ahí nadie pudo ni quiso apearse del barco en el próximo puerto. Le diría lo mismo que Kelly Clarkson le dice a su padre es "because of you". Que es por él por lo que no confío en nadie, por lo que me da miedo que alguien entre en mi vida y luego me abandone. Y se que no fue un abandono al uso pero me sentí "huérfana de cariño de padre" siempre Que es por el por lo que sigo en el "muelle de Avilés", con el mismo "rictus" que la "lloca " de Gijón echando raíces y oxidándome día a día.Por si un buen día te da por volver y quieres ser mi Ulises. Te diría que por ti repetí vuestra historia y  lloré mares de desamor. Porque sabes de sobra que juré y perjuré que a mi no me pasaría lo mismo. Es por ti que si me quieren como me quiere Alberto me siento como gato panza arriba. Y le doy coces y hago letreros de neón para que se vaya, para que no sea otra víctima más de esta muñeca rota que escribe. Porque me conecta con mi humanidad, con mis ganas de vivir, porque derrite en mil pedazos mi gélido escudo y lo que siento me duele. Porque no conozco a nadie que sepa tan bien como él que maldita tecla tocar para que deje de culpabilizar y herir y empiece a hablar de todo lo que me atormenta: Es sentir que la vida te asfixia, que se te queda grande, que estás tan bloqueada que has vuelto ser aquella niña sin mecanismos de defensa. Y tú desde cría has querido ser una superwoman. ¡Las heroínas no lloran! Así que para seguir interpretando tu función comes, eres la alegría de la huerta, la mejor amiga, la mejor amante, la mejor que sea pero siempre LA MEJOR. 
     Hasta que un buen día estás tan desesperanzada, tan atiborrada de dulces y saladitos que la adicción esconde lo bueno y te deja sin defensas y con todo lo malo sobre la mesa. Que a estas alturas, la cabeza te da tantas vueltas que lo malo roza la mayor de las desgracias. Y todo te molesta, ni siquiera una buena ducha es capaz de relajarte. Y no quieres planes, ni eventos, ni contratos del siglo, ni amores de los requetebuenos. Solo quiere estar a solas con tus miserias y tu victimización. Cualquier persona que no te pase la mano y te diga que espabiles es tu enemigo número uno. 
       Porque la incógnita de tu vida esta mal enfocada. No es un problema de kilos.  Ante preguntas equivocadas respuestas inútiles ¿cuándo voy a parar de comer? ¿Llegarè a Navidad en mi peso? ¿Sigo con la dieta de batidos o me pasó a la Dukan o a la de la piña?  Y ya sabes que mientras tu vida depende de un número en la báscula y de contar calorías el libre albdrío de atracones esta asegurado. Y claro yo a veces, en el punto más álgido y más loco de mi problema siento envia de anoréxicas y bulímicas, de alcohólicos y de la madre de todas las suertes que les hizo ser unos "yonkis" socialmente aceptados. Como si el simple hecho de que la gente supiesen que existen y lo "acepten" fuese suficiente. En el cerebro de mis envidiados y en el mío se desencadena lo mismo pero yo me creo la más perjudicada porque mi droga es legal y se necesita para vivir (aunque yo la use para "morir") Los bares, las navidades, los bingos on line, destrozarse el esófago vomitando, o sentirte mórbida pesando 30 kg es una suerte no te jode. El problema es que estás tan atascado que eres incapaz de ver que su sufrimiento es esquivalente al tuyo, que en tu autodestrucción dejas cadáveres a tu paso (llámense madre, novio, abuela, amigos....etc, etc) 
      Lo bueno de tocar fondo es que más abajo no se puede ir, que a partir de ahí todo es subida, que no hay mal que cien años dure, que todo llega, todo pasa y todo se supera.  Si no exisitiese la esperanza, la resiliencia, la fuerza de voluntad yo no habría sido capaz de escribir estas líneas, de sentir en el Silencio que sigo viva, que me late el corazón, que mi esencia esta dormida pero no perdida.